Jue. Mar 28th, 2024

Julio Isaac luchó durante la intervención militar cubana en Angola. Pertenece a la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC) del municipio santiaguero de San Luis. Sus condiciones de vida son deplorables y con 55 años le es muy difícil encontrar trabajo y llevar la alimentación necesaria a su casa.

El veterano no tenía donde vivir, luego de mucha insistencia le vendieron un terreno, el cual no tiene cómo pagar, explicó en entrevista al medio digital ADN Cuba. Allí levantó a duras penas un techo donde guarecerse. No me asignan ni materiales, tengo que comprarlos en el mercado negro que una cabilla vale 10 dólares, un metro de arena 200 pesos y así quien construye en un país”, explicó Julio. 

En medio de la desesperación y la desatención gubernamental ha tenido que recurrir a sus medallas, ganadas en combate, como monedas de cambio. “La medalla de la primera clase se la di a un vendedor de cigarros y me dio dos cigarros por ella. Esa fue la importancia que le di a las medallas y a las condecoraciones que dan ellos. Este gobierno no necesita un análisis, necesita un cambio”, argumentó durante su entrevista. 

Como Julio Isaac más de 330 mil afiliados de la ACRC se encuentran desatendidos y vulnerables en esta época de pandemia. El ordenamiento económico les ha puesto en peor situación. Esta organización que debería responder por sus necesidades tan solo existe para cobrarles 10 pesos mensuales. 

Sus reflexiones fueron duras y conmovedoras: “No se nos atendió, ni en este periodo de pandemia ni se nos va a atender nunca. ¿Cuándo nos van a atender: cuando uno muera, cuando la familia reclame y te pongan una bandera encima del ataúd, ¿eso es atención a un combatiente?”, cuestionó Julio. 

La realidad de los que se han sacrificado por las aventuras guerreristas del régimen está expuesta. La Revolución absorbió todo lo que podía de los jóvenes de los 70 y 80, ahora los desecha abandonandolos a su suerte.

Por antilope

Deja una respuesta