Suspensión en cascada de la vacunación con AstraZeneca en varios países: ¿qué pasó?, ¿es realmente peligrosa?

La decisión de limitar las inoculaciones del fármaco está vinculada con la preocupación que suscitan los casos de coagulación sanguínea en personas vacunadas. ¿Qué dicen las autoridades sanitarias internacionales y la propia farmacéutica?

EspañaFrancia, Italia y Alemania, así como Portugal, Eslovenia y Chipre, han anunciado este lunes la suspensión de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford. Son los últimos países de una creciente lista de naciones que han decidido suspender o limitar las inoculaciones con el fármaco ante los reportes de que algunas personas vacunadas desarrollaron coágulos sanguíneos.

Las medidas fueron aprobadas a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseveró que no hay razón para dejar de usar el fármaco, ya que «no se ha demostrado una relación causal» entre la vacuna y los informes sobre formación de coágulos en la sangre. 

Los países nórdicos dan la voz de alarma

El pasado 11 de marzo, Dinamarca se convirtió en el primer país que anunció la suspensión del uso de la vacuna de AstraZeneca como medida de precaución, al temer que pudiera estar relacionada con los coágulos de sangre sufridos por las personas inoculadas. Ese mismo día, Islandia y Noruega siguieron sus pasos y suspendieron temporalmente el uso de todo su suministro del medicamento.

La lista crece

Un día después, Bulgaria suspendió el uso de la vacuna, después de que muriera una mujer con varias afecciones subyacentes que había recibido recientemente el fármaco. Una investigación inicial había sugerido que la paciente falleció de insuficiencia cardíaca y la autopsia no encontró ningún vínculo con el medicamento

El 12 de marzo, Tailandia retrasó abruptamente el inicio de su lanzamiento de la vacuna, impidiendo que el primer ministro Prayut Chan-O-Cha recibiera la primera dosis (aunque este lunes se informó que el país comenzará a usar la vacuna de AstraZeneca a partir del 16 de marzo). Por su parte, la República Democrática del Congo, que también debía comenzar la vacunación, pospuso su campaña por «medidas de precaución».

Irlanda y los Países Bajos se unieron a la lista el 14 de marzo, seguidos de Indonesia. Este lunes, Alemania, Italia, Francia y España anunciaron medidas similares, subrayando que son temporales y que fueron tomadas «por precaución», a la espera del dictamen dela Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) sobre el fármaco. El uso de la vacuna ha sido suspendido también por Chipre, Portugal y Eslovenia.

Suspensión de lotes

No todos los países que tomaron este tipo de medidas suspendieron totalmente el uso de la vacuna. Austria anunció la suspensión de un solo lote del medicamento el 8 de marzo, tras la muerte de una enfermera de 49 años por «trastornos hemorrágicos graves» días después de la inyección.

Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo también suspendieron el uso de dosis del mismo lote, que se ha entregado a 17 países e incluía un millón de vacunas. El 11 de marzo, la agencia de medicamentos de Italia, AIFA, también prohibió el uso de ese lote como medida de precaución, lo que provocó una decisión similar de Rumanía.

Las autoridades sanitarias internacionales responden

Tras las primeras suspensiones, la EMA aseguró que se están «revisando todos los casos de eventos tromboembólicos y otras afecciones relacionadas con los coágulos de sangre» y reiteró que «actualmente no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, que no se enumeran como efectos secundarios con esta vacuna».

Mientras tanto, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Harris, indicó el 12 de marzo que no hay razón para dejar de usar el fármaco. «Sí, deberíamos seguir usando la vacuna AstraZeneca. No hay ninguna indicación para no usarla», señaló Harris en una sesión informativa en Ginebra en la que calificó el fármaco de «vacuna excelente».

Respuesta de AstraZeneca

Por su parte, AstraZeneca comunicó el domingo pasado que no ha encontrado pruebas de que su vacuna contra el coronavirus provoque un aumento del riesgo de la aparición de coágulos de sangre.

La empresa aseguró que llevó a cabo «una cuidadosa revisión» de todos los datos disponibles de más de 17 millones pacientes inoculados con su fármaco en la Unión Europea y el Reino Unido. Según la compañía, los resultados «no mostraron evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda o trombocitopenia, en ningún grupo de edad definido, género, lote o en ningún país en particular».

Dolencias previas

Algunos expertos señalan que, dado que las campañas de vacunación van encaminadas primero a los individuos más vulnerables, es muy probable que esas personas ya estén sufriendo dolencias previas, resultando difícil comprobar que la vacuna es responsable de algo que pueda ocurrir después, reseña AP.

Siempre que se lleva a cabo una campaña masiva de vacunación, es común que algunas personas tengan una reacción adversa, simplemente porque se trata de millones de personas y cada una de ellas tiene un organismo distinto capaz de reaccionar de manera distinta, destaca el medio.

La gran mayoría de estos problemas no tienen nada que ver con la vacuna, pero debido a que el fármaco está en una etapa experimental, los expertos están en la obligación de investigar cualquier posible efecto secundario adverso.

«Que las campañas de vacunación continúen»

Tras las suspensiones más recientes del fármaco de AstraZeneca, la OMS instó el lunes a los países a que no detengan las campañas de vacunación, informa Reuters.

Según el organismo, su panel asesor ha revisado los informes relacionados con la vacuna y publicará sus conclusiones lo antes posible. No obstante, destacó que es poco probable que cambie sus recomendaciones, emitidas el mes pasado, a favor de su uso generalizado, incluso en países donde la variante sudafricana del virus puede reducir su eficacia.

«A día de hoy, no hay pruebas de que los incidentes estén causados por la vacuna y es importante que las campañas de vacunación continúen para poder salvar vidas y frenar la grave enfermedad que provoca el virus», afirmó el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier.

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