Jue. Mar 28th, 2024

El director del Dalton School, Jim Best, anunció su salida del prestigioso colegio de Manhattan, Nueva York, tras impulsar su programa progresista centrado en la polémica teoría “antirracista”.

Una carta de los padres describe el giro académico con connotaciones de lavado de cerebro, que tomó durante el último año la institución y que desde luego rechazan, según Fox News del 17 de abril. 

“Todas las clases de este año se han centrado de forma obsesiva en la raza y la identidad, recreaciones de ‘policías racistas’ en ciencias, ‘descentramiento de la blancura’ en la clase de arte, aprendizaje sobre la supremacía blanca y la sexualidad en la clase de salud”, expresa parte de la carta del 16 de abril. 

Y agrega: “Salvajemente inapropiadas, muchas de estas clases se parecen más a un entrenamiento de sensibilidad corporativa de Zoom que al plan de estudios intelectualmente atractivo de Dalton”. La carta se envió a las casas de los alumnos y no estaba firmada. 

Al despedirse luego de 16 años de labores, Best enalteció su doctrina basada en “la promoción de una ambiciosa misión de Diversidad, Equidad e Inclusión”, evidenciando que los padres no se equivocaban.

Su tendencia izquierdista había avanzado tanto que incluso el jefe de diversidad de la escuela, Domonic Rollins, se marchó en febrero por el escándalo que se inició en diciembre. 

En diciembre un grupo de profesores redactó y  publicó un manifiesto “antirracista”, en el que pedían la contratación de 12 responsables de la diversidad y una revisión de todo el plan de estudios para reflejar mejor los imperativos de la justicia social.

Al parecer este tipo de adoctrinamiento izquierdista se extiende a otras instituciones educativas, tal como se desprende de la carta del padre de una alumna del prestigioso colegio Brearley, ubicado en el Upper East Side, también de Nueva York. 

Andrew Gutmann, no solo escribió una extensa carta de 1.700 palabras, sino que retiró a su hija quien asistió a la institución educativa durante siete años, desde el jardín de infantes, a un costo de 54.000 dólares anuales.

“Debería estar muy claro para cualquier padre pensante que Brearley ha perdido completamente el rumbo. La administración y el Consejo de Administración han mostrado una cobarde y espantosa falta de liderazgo al apaciguar a una turba anti intelectual e iliberal”, manifestó Gutmann.

Asimismo dijo que oponía a esos lineamientos radicales y: “a la opinión de que debo ser juzgado por el color de mi piel. No puedo tolerar una escuela que no solo juzga a mi hija por el color de su piel, sino que la anima e instruye para que prejuzgue a los demás por la suya”.

Y agregó: “Al ver cada elemento de la educación, cada aspecto de la historia y cada faceta de la sociedad a través de la lente del color de la piel y la raza, estamos profanando el legado del Dr. Martin Luther King Jr. y violando por completo el movimiento por el que creyeron, lucharon y murieron esos líderes de los derechos civiles”.

Luego de que la directora del colegio rechazara las declaraciones de Gutman, este respondió reafirmando sus puntos de vista, y comparó su adoctrinamiento con el típico del Partido Comunista de China (PCCh). 

“Si la administración se tomara realmente en serio la ‘diversidad’, no insistiría en el adoctrinamiento de sus estudiantes, y de sus familias, en un pensamiento único, que recuerda mucho a la Revolución Cultural china. En su lugar, la escuela fomentaría un entorno de apertura intelectual y libertad de pensamiento”.

Más aún, Gutman denunció a la escuela diciendo: “Brearley ha empezado a enseñar qué pensar, en lugar de cómo pensar”.

Por antilope

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