Los Demócratas votaron para convertir a Washington D.C. en un estado socialista, afirma legislador de EE. UU.

Los demócratas votaron para convertir a Washington D.C. en el estado número 51 de Estados Unidos, violando así lo establecido en la Constitución Nacional, mientras impulsan al máximo su agenda izquierdista.

En este sentido, para los congresistas republicanos la motivación real de los demócratas es la de obtener para su partido dos senadores más, y con ello el dominio absoluto para imponer el socialismo tal como lo declara el representante James Comer, según Breitbart del 22 de abril.

Comer señaló que el proyecto de ley por el que votaron los demócratas, el H. R. 51: “Se trata de que los demócratas añadan dos nuevos senadores estadounidenses progresistas para impulsar una agenda radical defendida por el Escuadrón  para remodelar América en la utopía socialista con la que sueñan”.

Y agregó: “La H.R. 51 no es realmente sobre la representación electoral. Se trata de que los demócratas consoliden su poder en Washington”, declaró Comer.

Asimismo, con esos intentos los demócratas van en contra de la intención de los padres fundadores, y de los antecedentes marcados reiteradamente por la jurisprudencia al respecto.

“La Oficina de Asesoría Legal en 2007 creía que era inconstitucional, el Departamento de Justicia bajo el expresidente Reagan y el expresidente Carter declaró que la transformación era inconstitucional, y también lo hizo el juez de la Corte Suprema Antonin Scalia, cuando se sentó en el Tribunal de Apelaciones del Circuito de D.C.”, recopila Breitbart.

El siguiente paso que determinará si el polémico proyecto de ley H. R. 51 queda en firme, se dará en el Senado, no sin que antes se presente una dura batalla por parte de los senadores republicanos. 

Es de notar que de acuerdo con las normas actuales se exigen 60 votos para su aprobación y solo 45 de los 50 demócratas patrocinan actualmente la legislación.

Así, la agenda progresista extrema de los demócratas avanza hacia convertir al país de una manera que no es aprobada por la mayoría de los estadounidenses, tal como lo recopila el  legislador republicano de Ohio, Jim Jordan.

De esta manera dijo Jordan: “Aprobaron este proyecto de ley fuera del comité que da dos nuevos senadores demócratas al Distrito de Columbia y, menos de 24 horas después de que ese proyecto fuera aprobado en el comité, introdujeron una legislación para llenar el Tribunal Supremo”, recordó Jordan.

Y recordó: “En los tres meses en los que los demócratas han tenido el control del gobierno federal… Crearon una crisis en la frontera sur. Y siguen presionando para desfinanciar a la policía ahora para poder continuar con sus políticas radicales”.

Por otro lado, al adherirse nuevamente al polémico Acuerdo de París y a las teorías del cambio climático, el presidente, Joe Biden, no dudó en sacrificar cientos de miles de puestos de trabajo y la estabilidad energética del país, obtenida por el entonces presidente, Donald Trump. 

En este sentido el senador John Barrasso, republicano de Wyoming, un feroz defensor de la industria de los combustibles fósiles, unió su mensaje a las muchas críticas contra las políticas energéticas izquierdistas de Biden. 

“El presidente Biden está comprometiendo unilateralmente a Estados Unidos con una promesa de emisiones drástica y dañina”, dijo Barrasso en un comunicado el 22 de abril al comentar las peligrosas promesas ambientales de Biden.

 “A medida que el presidente establece objetivos de castigo para el país, los adversarios de Estados Unidos como China y Rusia continúan aumentando las emisiones a voluntad. Lo último que necesita la economía son precios más altos de la energía y menos empleos, pero eso es exactamente lo que vamos a conseguir”, reiteró.

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