Mar. Abr 16th, 2024

«Están golpeando las paredes y todo», dijo la esposa de un ranchero en una frenética llamada telefónica a principios de este año Fuente: The Epoch Times en español

CONDADO DE KINNEY, Texas —Vivir en un rancho en medio de la nada es la representanción del sueño americano para muchos tejanos. Son reservados, ayudan a sus vecinos y trabajan duro.

Pero en los últimos meses, los rancheros están recibiendo visitas no deseadas que destruyen su propiedad, roban sus vehículos y asustan a sus familias.

Son los inmigrantes ilegales, normalmente varones adultos que han eludido la Patrulla Fronteriza y se dirigen a una gran ciudad donde es más fácil desaparecer.

Cole Hill, su esposa y sus tres hijos, de 9, 7 y 5 años, viven en un rancho en el condado de Kinney, a unas 35 millas (56 km) al norte de la frontera entre Estados Unidos y México. La propiedad también está al lado de un puesto de control de la Patrulla Fronteriza en la carretera, y los que quieren evadir la captura tienden a rodearlo.

Hill dice que lleva años tratando con extranjeros ilegales que atraviesan sus tierras, pero solo unas 25 personas al año, en promedio; a veces, pasan meses sin actividad. Fuente: The Epoch Times en español

Los inmigrantes ilegales son captados por una cámara de caza mientras atraviesan el rancho de Cole Hill en el condado de Kinney, Texas. (Cortesía de Cole Hill)
“Llevo unas seis semanas seguidas con [extranjeros] ilegales en mi propiedad a diario, o varios grupos al día”, dijo durante una reunión local el 22 de mayo.

Su casa está situada “en medio de la nada”, dijo. “Podríamos tener un verdadero tiroteo en nuestro porche y nadie se enteraría”.

El primer encuentro de Hill con extranjeros ilegales este año tuvo lugar el 20 de enero, cuando su perro le alertó de la presencia de un hombre en el porche delantero vestido de pies a cabeza con ropa de camuflaje.

“Obviamente me alarmó. He tenido muchos encuentros con extranjeros ilegales en los últimos 10 años o más, pero nunca había tenido uno tan cerca de la casa”, dijo Hill. “Lo detuve. Le dije que retrocediera y se alejara”.

También llamó a la Patrulla Fronteriza, pero no sabe si atraparon al intruso.

“Eso fue solo el comienzo de esta gigantesca bola de nieve que está ocurriendo”, dijo. Fuente: The Epoch Times en español

Por antilope

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