Lun. Mar 18th, 2024

Ha ocurrido en Cabaiguán, Sancti Spíritus. La médico de familia se negó a tomarle la presión y el hombre sufrió un infarto cerebral que lo ha dejado inmovilizado y sin poder hablar.

Una doctora cubana dejará de cobrar el sueldo de dos meses y será amonestada frente a la Dirección de Salud Pública de Sancti Spíritus luego de negarse a atender a un anciano de 89 años que colapsó tras no ser atendido a tiempo y en estos momentos, según su hija, es «un vegetal».

Ha ocurrido en Cabaiguán, en la provincia espirituana, y la denuncia la ha hecho a través de Facebook Felicia Díaz Valdés hija del paciente que ha sido víctima de negligencia médica y que en su pueblo es conocido como «Viruta».

Todo ocurrió este 24 de mayo, cuando la familia de Viruta llamó a la doctora del puesto médico número 19 de ambulancias de Cabaiguán y ésta se negó a tomar la presión al anciano, pese a que la hija de paciente le explicó que su padre cuenta con antecedentes preocupantes: ha sufrido tres infartos, es diabético, hipertenso y padece una angina de pecho.

De pie frente a la puerta de la casa del anciano, Yusmarys (la doctora) se negó a tomarle la presión en la mañana del 24 de mayo justificándose con que en ese momento estaba haciendo el censo de vacunación.

Además, explicó que ese día tampoco podría tomarle la presión al anciano por la tarde porque ella tenía una casa y una niña que atender. De esta forma, los emplazó al día siguiente.

Viruta empeoró y su hija lo llevó al hospital en la noche del 24 de mayo. Allí, los médicos certificaron que estaba descompensado de la presión y le recomendaron darle seguimiento a través del consultorio que le correspondía.

«Me sugieren que debía llevar un seguimiento del médico de la familia, desconociendo que en mi puesto médico había una veterinaria», comentó Felicia Díaz Valdés a través de la cuenta de Facebook de su hijo.

Pese a que la doctora Yusmarys se había comprometido en tomar la presión a Viruta en la mañana del 25 de mayo, a primera hora la familia la vio pasar en dirección a la ponchera sin mirar para la casa de su paciente.

A las doce del mediodía de ese 25 de mayo, Viruta sufrió un infarto cerebral «que lo ha dejado postrado, sin movimiento, sin habla y sin conocimiento», explica su hija a través de las redes sociales.

La familia recurrió a la Dirección Provincial de Salud Pública y la oficina de Atención a la Población les dio la razón, aunque la sanción adoptada (dos meses sin sueldo y una amonestación) no los ha dejado satisfechos.

No entienden que mientras su padre ha quedado postrado en una silla con una discapacidad severa, Yusmarys seguirá encargada del puesto médico que debe atender a toda la familia de Viruta.

Por eso han decidido seguir reclamando a otros niveles para que se haga justicia

CiberCuba contactó al Ministerio de Salud Pública de Cuba a través de los e-mails [email protected] y [email protected] para saber si están investigando el caso y si les parece justa la sanción, pero en el momento de publicar la noticia no había recibido respuesta.

Lluvia de negligencias en la supuesta potencia médica

Las redes sociales se han convertido en altavoz de las negligencias médicas en Cuba. La semana pasada los familiares de una niña de 10 años denunciaron que la menor estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte luego de ir hasta en cuatro ocasiones a un consultorio y un hospital de San Clara con síntomas claros de apendicitis y les dijeran que era un simple dolor de ovarios.

Esto provocó que la menor fuera intervenida de apendicitis complicada con peritonitis y que quedara en coma. Finalmente se recuperó, pero su familia ha denunciado la pésima atención médica recibida en el pediátrico de Santa Clara.

También la semana pasada la cubana Pilar Bauza Zamora, residente en Tampa, acusó al personal del hospital Celia Sánchez Manduley, de Granma, por no haberle prestado atención a su abuela, Dora Torres.

«Simplemente la dejaron morir, sin atención y sin el más mínimo de dignidad», afirmó en una publicación compartida en Facebook.

«Tienen que acostar a los enfermos en un buró y no aparecen los médicos por ningún pasillo. ¿Todos le han perdido el amor a su profesión? ¿Quién provoca eso? Todos los sabemos y dejen ya el cuento del bloqueo que nadie les cree, por lo menos ya yo no me lo creo hace mucho tiempo. ¿Y quiénes sufren eso? Nosotros, los que no somos hijos de grandes jefes y nos dejan morir», subrayó.

Los extranjeros tampoco escapan a las deficiencias de la Salud Pública en Cuba. Y si no, que se lo pregunten a la familia de un joven líder estudiantil de Ghana, que falleció en La Habana este 7 de mayo.

Erasmus Klutse cursaba el segundo año de Medicina en Cuba y murió en la capital cubana entre acusaciones de negligencia, que incluyen la falta de gasolina para que una ambulancia lo trasladara de urgencia a un hospital. El Gobierno lo niega.

Por antilope

Deja una respuesta