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Este miércoles 16 de junio, 217 representantes demócratas de la Cámara votaron en contra de una enmienda propuesta por el republicano Andy Barr de Kentucky con la que las empresas estadounidenses se verían obligadas a reportar al Departamento del Tesoro si dentro de la cadena de producción existe algún lazo con el trabajo esclavo de los uigures en la provincia de Xinjiang.

“Los demócratas de la Cámara de Representantes acaban de votar unánimemente en contra de responsabilizar a China por el uso de trabajo forzado para fabricar productos para empresas estadounidenses.

El partido “despierto” (woke) prefiere seguir haciendo la vista gorda en lugar de oponerse a los abusos de los derechos humanos”, escribió el líder del GOP, Kevin McCarthy.

La enmienda fue añadida a la H.R. 1187, o Ley de Simplificación de la Divulgación ESG, que obliga a las empresas a revelar a los accionistas sus resultados en determinadas métricas ambientales, sociales y de gobernanza.

Con dicha iniciativa las empresas hubieran tenido que revelar anualmente a los accionistas sus actividades con cualquier “entidad extranjera” que “participe, sea responsable o facilite el trabajo forzado de uigures, kazajos, kirguises y miembros de otros grupos minoritarios musulmanes en la región autónoma china de Xinjiang”.

“Debemos aislar a los infractores de la economía mundial hasta que China cambie de rumbo. Debemos confiar en las acciones que afectan sus cuentas, no a su conciencia”, dijo Barr en la Cámara de Representantes.

“Si estamos realmente preocupados por las empresas públicas que pueden estar trabajando con malos actores, en particular con los malos actores responsables de los peores abusos de los derechos humanos en China, entonces enterrar su nombre en el sitio web de la SEC (comisión de valores y cambios) y no logrará absolutamente nada”, dijo Barr. “Tenemos que asegurarnos de que sean remitidos al Departamento del Tesoro para que podamos imponer sanciones”.

La enmienda incluía sanciones para las entidades extranjeras que utilizasen trabajos forzados, construyesen campos de detención o proporcionasen tecnología para la vigilancia masiva en Xinjiang.

Existen actualmente sanciones económicas impuestas al régimen comunista chino por los abusos a los derechos humanos de los uigures que provienen de la era Trump. Además de Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Canadá se sumaron a los países que están presionando al PCCh por la situación de Xinjiang.

En sus últimos días en la Casa Blanca y con el liderazgo de Mike Pompeo como secretario de estado, la Administración Trump prohibió la importación de tomates y algodón provenientes de la región autónoma de Xinjiang debido a que estos productos utilizan la mano de obra forzada de los uigures que son encarcelados en campos de concentración para ser “reeducados” supuestamente porque para el PCCh todos son “terroristas”.

En mayo, la aduana en California retuvo un cargamento de ropa de la marca Uniqlo cuya compañía matriz es Fast Retailing Co., una de las textiles más grandes de Asia de origen japonés por estar fabricada con algodón proveniente de Xinjiang.

Sin embargo, según reporta Daily Caller, existen grandes corporaciones que mantienen su producción en Xinjiang y excepto algunas excepciones, no han tomado ninguna medida pública para evitar que sus productos sigan alimentando los abusos de los uigures en China y es aquí donde la enmienda del representante Barr quería apuntar, a las ganancias de estas corporaciones.

Entre las empresas globales más conocidas que tienen vínculos con la región de Xinjiang están Amazon, Tesla, Procter and Gamble, Boeing, Disney, Ford, General Motors, Starbucks, Nike y Under Armour.

Tanto Under Armor, la marca de ropa deportiva, y Nike emitieron un comunicado público donde expresan preocupación por los reportes de abusos contra los uigures y declaran su intención de poder llegar al fondo de la cuestión, aunque no se sabe que hayan tomado acciones específicas.

Por antilope

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