Europa está siendo castigada por una serie de inundaciones históricas provocadas por fuertes lluvias, dejando más de 160 muertos y cientos de desaparecidos hasta el momento. Las zonas más afectadas están en el norte de Alemania y Bélgica. Rescatistas se encuentran trabajando en la región y se espera que el número de muertes aumente drásticamente en las próximas horas.
El número de muertos en el estado de Renania-Palatinado de Alemania occidental, uno de los más afectados, aumentó a 98 en las últimas horas. También se confirmó la muerte de otras 43 personas en el vecino estado de Renania del Norte-Westfalia, según reportaron los medios europeos.
Por otro lado, el centro nacional de crisis de Bélgica calculó el número de muertos confirmados del país hasta el momento en 24 y aseguró que espera que aumente.
Las jornadas de fuertes lluvias durante la semana, convirtieron ríos y calles normalmente menores en torrentes furiosos causando desastrosas inundaciones que arrasaron con automóviles, destruyeron casas y atraparon a los residentes, muchos de los cuales no lograron escapar.
Un usuario de Twitter publicó un compilado de imágenes impactantes donde se puede ver el agua destruyendo casas y llevándose autos como si fueran troncos. En la publicación el usuario escribe:
“Esto no sucedió en algún pueblo desolado de Asia, sino en el corazón de Europa, donde abundan la ciencia, la tecnología y el dinero, y no estaban preparados para este diluvio inesperado. ¿Qué más hay a la vuelta de la esquina?”
Además de las personas muertas confirmadas, las autoridades enumeraron a un gran número de personas como desaparecidas, algo aparentemente causado en gran parte por la confusión, múltiples dificultades de comunicación e informes en las áreas afectadas, algunas de las cuales aún carecen de electricidad y servicio telefónico.
En determinadas regiones también hubo miles de evacuados, tal es el caso de la región de Euskirchen, cerca de la ciudad de Bonn, Alemania, donde se ordenó al menos a 4.500 ciudadanos que huyeran de sus hogares luego de que comenzaran a aparecer grietas en la represa que frenaba el cercano embalse de Steinbach.
En menos de una semana llovió lo que habitualmente cae en tres meses lo que habría hecho llegar al límite del colapso a la represa en cercanía a la ciudad de Bonn. Los mismos ingenieros de la región advirtieron que la represa estaba peligrosamente cerca del colapso después de que se vertiera una gran cantidad de agua en el embalse.
Si bien la represa esta diseñada para descargar paulatinamente el exceso de agua, el sistema de drenaje habría sido bloqueado por árboles, escombros y basura de la ciudad, según reportaron los especialistas. La tensión fue claramente visible el viernes cuando aparecieron enormes grietas en el suelo que reforzaban el frente de la presa.
Aquellas agrupaciones y políticos promotores de la izquierdista agenda climática, están aprovechando esta situación para difundir certezas infundadas como que estas inundaciones no son un desastre natural, sino que son producto exclusivo del cambio climático, como si nunca en la historia hubiesen existido inundaciones.
“Esto no es natural, es una emergencia climática. Las empresas y los gobiernos deben tomar medidas para frenar las emisiones de carbono y dejar de poner las ganancias sobre las personas y el planeta”, escribió Greenpeace en Twitter el viernes.
Otros países europeos como Francia, Países Bajos y Luxemburgo, también están sufriendo las calamidades de las inundaciones.