Aug. 10—Durante los últimos meses han llegado decenas de mensajes a la plataforma de anuncios cubana Revolico, pidiendo medicamentos que han escaseado ante la nueva ola de casos de COVID-19. La desesperación se muestra en breves destellos de las publicaciones que aparecen en la plataforma.
«Compro al precio que sea» lee un anunció pidiendo rocephin y azitromicina, dos medicamentos escasos en la isla.
«Compro Azitromicina Urgente es para una persona mayor» lee otro comentario.
Cabe resaltar que la Organización Mundial de la Salud ha declarado que no existe medicamento alguno que pueda curar el COVID-19. Aún así, los cubanos han estado dispuestos a pagar el precio que sea necesario para cuidar a familiares y seres queridos.
Mientras tanto, el COVID-19 causa estragos en la población general y el gobierno batalla por obtener medicamentos básicos para su población. El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Salud Pública cubano reportó 7,950 casos nuevos del virus durante el día, elevando el total de contagios a 466,169 desde que inició la pandemia. Al mismo tiempo, el número de fallecidos se elevó a 3,515 a la fecha, exacerbando la crisis sanitaria a la que se enfrenta el país.
Pero si Cuba está pasando por uno de los momentos más difíciles de la pandemia, el régimen planea agregar más barreras al sistema clandestino mediante el cual los ciudadanos obtienen los medicamentos que el sistema de salud no puede brindar.
En una reunión del Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento del COVID-19, los mayores funcionarios del partido comunista cubano criticaron el mercado ilegal de medicina que ha surgido en la isla.
«Tenemos que hacer un análisis profundo de las ventas ilegales de medicamentos en cada uno de sus territorios» comentó el primer ministro Manuel Marrero Cruz. «Y si eso está en las redes, hay que ver cómo nosotros llegamos; a ver cómo llegamos en un momento tan complejo con las necesidades que tenemos».
Los comentarios más fuertes vinieron del primer secretario del partido comunista, Miguel Díaz-Canel, quien aprovechó la reunión para establecer nuevas restricciones ante la venta de medicamentos fuera del sistema establecido por el régimen.
«Se acabó ya la contemplación en los territorios con la venta ilegal de medicamentos» dijo el mandatario, agregando que «eso nos está cambiando la situación con la población y es una cosa que en estos momentos no se puede permitir y estamos pasivos ante eso».
Posteriormente, la página oficial de la presidencia cubana compartió un artículo en el que se establecían medidas a seguir ante el mercado ilegal. De encontrarse medicamentos en venta fuera de la regulación gubernamental, las autoridades deberán decomisarlos para «que vayan hacia los hospitales y los lugares donde se está enfrentando la COVID-19», en palabras del mismo Díaz-Canel.
El día de hoy, el mandatario uso sus redes sociales para enviar un mensaje a sus seguidores empatizando con la crisis sanitaria a pesar de restringir el mercado informal del cual dependen decenas de cubanos.
«Buenos días Cuba» lee el tuit de Díaz-Canel. «Comienza otra semana desafiante, decisiva para revertir las peores tendencias de la COVID-19 en provincias más afectadas».