Vie. Mar 29th, 2024

Los cuentapropistas con más de tres empleados deberán crear una empresa

La plana mayor de las autoridades en el área económica se presentó ayer en el programa Mesa Redonda para explicar lo que diferencia las pymes y microempresas del trabajo por cuenta propia, única forma hasta ahora de asentarse en el sector privado cubano y que deberá adaptarse al nuevo panorama.

Los cambios, que se harán efectivos en un paquete legislativo este agosto y entrarán en vigor en septiembre, llegan un mes después de las protestas antigubernamentales del 11 de julio. Por eso el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, se afanó desde el minuto uno en dejar claro que es totalmente incorrecto relacionar ambas cosas, alegando que ya estaban en los lineamientos del Partido Comunista e, incluso, se estaban cumpliendo los plazos previstos.

Una vez subrayado lo más importante, Gil puso en contexto la mala situación de la economía cubana, que perdió 2.400 millones de dólares el pasado año y, en el primer semestre de 2021 ha ingresado 480 millones menos que en el mismo periodo del año anterior. Ante esto, el objetivo anunciado por el Gobierno, que sigue dando la prioridad absoluta al sector estatal, es el incremento de la producción nacional y para ello apuesta por dar preferencia a las empresas que se dediquen a una serie de actividades que no son, precisamente, las más representativas actualmente en el sector privado cubano.

Apuesta por dar preferencia a las empresas que se dediquen a una serie de actividades que no son, precisamente, las más representativas actualmente en el sector privado cubano

«En este primer momento hemos concebido todo lo que tiene que ver con producción de alimentos, los proyectos de desarrollo local privados o estatales, los negocios de base tecnológica y los que han exportado a través de entidades empresariales estatales, y los negocios que tienen como concepto la economía circular, o sea, que usan recursos propios del país, que no llevan importación y lo que hacen es producciones a partir del reciclaje», detalló.
El economista cubano Pedro Monreal ya ha advertido del posible error de dar prioridad a lo que no está asentado. El experto recuerda que antes de la pandemia, el 50% de los casi 618.000 trabajadores por cuenta propia cubanos llevaban a cabo actividades de alimentación, arrendamiento, y transportes. En 2020, más de 250.000 cuentapropistas suspendieron sus licencias, lo que confirma cuán ligado está el sector privado al turismo, un área que no solo se ha hundido con la crisis del covid-19 sino que se ha restringido con las nuevas regulaciones que prohíben el desarrollo de cualquier actividad que no pase por la estatal Gaviota.
«Las prioridades iniciales para el proceso de las pymes exigen un perfil productivo que tiene muy poco peso en el trabajo por cuenta propia actual», señala Monreal. «Cabría la posibilidad de reconversión del perfil del cuentapropista actual desde la esfera de servicios hacia la producción, o que surgieran negocios nuevos con perfil productivo. El problema es que ambas vías (reconversión y añadidura) requieren inversión en medio de una crisis».
Los cuentapropistas deberán adaptarse a un nuevo panorama en el que quedan satisfechas algunas de sus demandas, pero también se exponen a distintos inconvenientes. El Estado pasa por primera vez a conceptualizar al cuentapropista, que se define como «un trabajador autónomo que puede, a partir de sus propios recursos o no, contratar trabajadores». Sin embargo, cuando las necesidades requieran a al menos tres personas, deberán obligatoriamente constituirse como empresa.

La obligación ofrece algunas ventajas tributarias para los nuevos empresarios, la principal es la eliminación de «la aplicación de cuotas mensuales a cuenta del impuesto sobre ingresos personales que eran fijas»

La obligación ofrece algunas ventajas tributarias para los nuevos empresarios, la principal, una de las demandas de larga duración, la eliminación de «la aplicación de cuotas mensuales a cuenta del impuesto sobre ingresos personales, que eran fijas» y que suponen una carga insostenible para muchos privados. Los dueños de una microempresa pueden optar, por otra parte, al régimen simplificado de tributación siempre y cuando no tengan empleados ni genere ingresos anuales mayores que 200.000 pesos. En la cara negativa, los empleados de una microempresa, así sean familiares del empleador, se acogen al régimen general de la seguridad social.

Las pymes también quedan exentas durante dos años de pagar la contribución territorial hasta estabilizar el proyecto, aunque sí sostendrán con otros impuestos las finanzas públicas. Sus trabajadores también ganan algunos derechos que antes no tenían.

«No teníamos la enfermedad o accidente de origen común y profesional cubierto para los trabajadores por cuenta propia, lo cual era una queja. También las normas que tienen que ver con la maternidad diferían entre un régimen y otro, inclusive con el sector estatal», explicó la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, presente también en el programa y encargada de especificar que el proceso de reconversión será paulatino y nadie pasará de un día para otro a sufrir cambios en su labor.

Pero el sector por cuenta propia también se lleva un jarro de agua fría con el aumento del control sobre su trabajo. Frente a las regulaciones anteriores, que asociaban el trabajo por cuenta propia a una actividad para la que se solicitaba licencia, ahora se requerirá un proyecto de trabajo específico que será aprobado. O no.

El listado de actividades prohibidas, recordaron, estará en otra norma, que puede ser modificada y actualizada, «e integrará a todos los actores económicos». Ya se sabe que, en contra de lo que demandaban muchos cubanos, las telecomunicaciones y la prensa están entre las áreas vetadas, así como los habituales sectores estratégicos del Gobierno: Salud, Educación, Defensa o Energía.

«Si cumple todo lo establecido, de oficio el trámite se aprueba», puntualizó, aunque está por ver cómo se concreta la priorización de sectores anunciada

La ministra Feitó Cabrera, que detalló los trámites para crear una empresa, insistió en que el proceso será muy sencillo, a través de una ventanilla única y ahorrando trámites a los futuros propietarios, que pueden cumplimentar la documentación también a través de internet. «Si cumple todo lo establecido, de oficio el trámite se aprueba», puntualizó, aunque está por ver cómo se concreta la priorización de sectores anunciada.
«Cambiar el sistema empresarial no pasa por el eterno ‘perfeccionamiento’ del sistema», defiende el economista cubano afincado en España Elías Amor, quien considera que este ordenamiento empresarial es un «parche estético».
El especialista insiste en su planteamiento habitual y defiende que el verdadero cambio en Cuba solo pasa por una apuesta clara de empresa privada y desregulada. «La planificación central, el ordenamiento y el perfeccionamiento, como ejes estructurales del modelo social comunista que rige la constitución de 2019, han fracasado para generar una economía competitiva, productiva y eficiente en Cuba. Ha llegado el momento de dejar atrás lo que no sirve y apostar por los cambios estructurales. Ya tardan».

Por antilope

Deja una respuesta