Vie. Mar 29th, 2024

DIARIO DE CUBA habla con los economistas cubanos Elías Amor, Omar Everleny Pérez Villanueva y Rafaela Cruz sobre las recientes medidas del Gobierno.

DIARIO DE CUBA habla con los economistas cubanos Elías Amor, Omar Everleny Pérez Villanueva y Rafaela Cruz sobre las recientes medidas del Gobierno.

Ante el impacto que podría tener la eliminación del tope de precios, así como las nuevas medidas que podría implementar el Gobierno, DIARIO DE CUBA consultó su opinión a los economistas Elías Amor, Omar Everleny Pérez Villanueva y Rafaela Cruz.

Al respecto, el economista Elías Amor, presidente del Partido Liberal Cubano, señaló que «el régimen no elimina los topes a todos los precios, sino tan solo a los que están asociados a productos concretos del consumo social».

En su opinión, «el régimen quita topes de precios de los productos que compra, porque necesita como sea que aumente la oferta para continuar dando los servicios, y ello, aunque los costes de aprovisionamiento se disparen».

«Este tipo de decisiones, que afecta a unos precios solo, provoca cambios en los precios relativos que acaban distorsionando la producción y generan más problemas. Por ejemplo, los productores aumentarán la oferta de los precios ‘liberados’ y reducirán los que todavía tengan topes. No hay peor forma de abordar esta cuestión que de forma parcial y fragmentada. El mercado exige para su eficiencia, como instrumento de asignación de recursos, un planteamiento general e integral de todos los precios de la economía», añadió.

El doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de La Habana Omar Everleny Pérez Villanueva fue más optimista al respecto, pues afirmó que esta medida «estimula al productor a producir con más interés, debido a que ya puede recuperar sus costos de producción y obtener beneficios».

«Es decir, Acopio había prefijado unos precios que le pagaría al productor, que los mismos argumentaban que eran muy bajos y no estaban en condiciones de ofrecerlo a esos precios, por ende, no entregaba a Acopio, es decir, preferían no sembrar productos para venderlos a los precios fijados. Y ahora se normalizarían esos precios o sea haría más competitiva su producción, ganarían y se estimulan a producir más», añadió.

Para Rafaela Cruz, analista de temas económicos, «van a subir los precios si quitan el tope, pues se adecuarán al mercado y crecerán porque la oferta es escasa y la demanda alta. Si eso significa que más adelanta habrá un aumento de la oferta por la liberalización de los precios, es posible que tenga su lógica, siempre que los campesinos cuenten con la infraestructura necesaria para garantizar la producción, lo que no está claro».

Por otra parte, señaló que «la producción empezó a caer mucho antes de que llegara la Tarea Ordenamiento y los topes de precios, por lo que asociar la disminución de la producción a los topes de precios no está comprobado. La producción está cayendo desde 2017 asociada a la disminución de los insumos. ¿Hasta qué punto estimulará la producción? Está por ver».

Para Elías Amor el Gobierno buscó con estas medidas «recuperar algunos subsidios que se abandonaron con la Tarea Ordenamiento y que, a la vista del malestar social existente, quieren de nuevo restaurar al precio que sea».

«La Tarea Ordenamiento planteaba la reducción de subsidios y gratuidades como una de sus medidas estrella, pero la aplicación de la misma ha provocado un grave empobrecimiento de sectores vulnerables del régimen, que ahora se quieren recuperar con los nuevos subsidios de consumo social», añadió.

Para Pérez Villanueva «estas medidas debieron tomarse antes, en paralelo a cuando empezó la Tarea Ordenamiento, es decir, es un problema de secuencia, en la misma medida que trabajaste en la esfera de la circulación (más salarios) deberías haber trabajado en incrementar la oferta que hiciera frente a esa demanda de la población».

«Además, es tan baja la oferta de productos agrícolas en las tarimas, entre otras cosas por los topes de precios, sumado a la carencia de productos en tiendas en CUP, a la existencia de pocas tiendas en MLCque apareció un descontento social por la escasez de productos alimenticios en el hogar de las familias cubanas», añadió el economista.

Por otra parte, se refirió a la «fatiga existente por muchos meses de confinamiento de los jóvenes y menores de edad, con grandes apagones, a la vez, entre otros factores, entre los que no debe dejar de señalarse también las afectaciones del bloqueo, pero no es la única causa de la crisis cubana».

Para Rafaela Cruz, «es muy difícil de entender que el Gobierno apostara anteriormente por del tope de los precios dada la escasez que siempre causa este tipo de medida. Ellos saben que cuando topan los precios los productores marginales quedan fuera de la rentabilidad y dejan de producir».

No obstante, en su opinión, en su momento se tomó por ser «una medida populista, como si el Estado protegiera a la población de los productores o intermediarios, que son los supuestamente ‘malos’. Entonces el Estado hace de Robin Hood poniendo topes de precios a esos tipos avariciosos».

Al preguntarle sobre las próximas medidas que podría tomar el Gobierno, Amor dijo que «parece que lo primero que quieren lanzar son las MIPYMES, que ya se verá si vienen a ser entidades productivas y eficientes, o un parche más para las empresas estatales».

«El problema del régimen es que los márgenes que tiene para actuar se han reducido de forma muy notable. El déficit estatal rondará el 25-30% del PIB tras la contracción del pasado año. El desequilibrio en las cuentas externas impide hacer frente a los pagos de la deuda del Club de Paris. La inflación está descontrolada desde 2020, cuando según datos oficiales llegó al 18,5%», afirmó.

«En tales condiciones, las políticas basadas en el modelo social comunista, de inspiración bolchevique, no tienen capacidad para estimular la economía y sacarla de la actual recesión que comenzó en el segundo semestre de 2019 antes de la pandemia. Lo único que resta al régimen es improvisar para ganar tiempo y recurrir a la demagogia económica, con lo que ello supone de pérdida de credibilidad y responsabilidad», añadió.

Pérez Villanueva consideró que «ya hay medidas en la última fase de aprobación por el Consejo de Estado, que deben estar pronto en la Gaceta de la Republica», en referencia «las MIPYMES, a las cooperativas no Agropecuarias y al trabajo privado».

«No tengo la letra de cómo quedarán finalmente, pero me atrevería a decir que deben ser los más amplias posibles, que permitan un impacto en el crecimiento de la oferta de bienes y servicios y no que contengan barreras para su desarrollo», afirmó.

Para Rafaela Cruz las próximas medidas económicas estarán centradas en la ley de MIPYMES. «Ellos aún tienen un amplio margen para seguir tomando medidas económicas como estas, que maquilan, que no cambian nada. Llevan años dando vueltas al mismo modelo económico sin cambiarlo, y hasta que no haya un cambio de modelo no habrá una restructuración en Cuba», afirmó.

«Un cambio en el modelo económico podía implicar cambios políticos importantes en el corto plazo, y si no, a largo plazo sí podría implicar el resurgimiento de una sociedad civil independiente del Estado que es lo que ellos tratan de evitar a toda costa», añadió.

«Las próximas medidas pueden ser más de maquillaje. Ahora están explotando el desarrollo local, por ahí tienen un margen grandísimo de pequeñas medidas que no llevan a nada. Parece que es una descentralización, pero no lo es, están centralizando a otro nivel. No se ve por el momento nada que cambie el modelo, ni siq

Por antilope

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