Dom. Abr 28th, 2024

Diez años de lucha por los derechos de los cubanos ha tenido un alto costo, que se traduce en golpizas, allanamientos, multas, condenas de cárcel, violaciones del debido proceso, exilios forzados e incluso muertes.

MIAMI, Estados Unidos. – Este 24 de agosto, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) ―uno de los grupos de oposición más numerosos y activos que lucha dentro de la Isla por una transición pacífica hacia la democracia― llega a su décimo aniversario con decenas de presos políticos, incluyendo a su principal coordinador principal, José Daniel Ferrer.

En un contexto como el de Cuba, donde se hace oposición desde la ilegalidad y bajo férrea represión, 10 años significan mucho tiempo. Los inicios de este movimiento tuvieron lugar en un pequeño poblado santiaguero llamado Palmarito de Cauto. La idea surgió tras la liberación, bajo licencia extrapenal, de José Daniel Ferrer, uno de los prisioneros de la Primavera Negra.

Desde el inicio, la UNPACU agrupó a decenas de cubanos del Oriente del país. Más adelante fue aglutinando a activistas de todo el territorio nacional. 

Sus integrantes siempre se han caracterizado por hacer oposición frontal al régimen, de forma pacífica y pública, incluyendo la celebración de marchas, protestas, carteles, grafitis e incluso prolongadas huelgas de hambre. 

Entre sus principales actividades también destacan la publicación de miles de videos en su canal de YouTube, que han servido para darle voz a muchos cubanos, víctimas de la represión o de la miseria generada por el sistema comunista cubano. La UNPACU también ha convocado talleres y ha creado pequeños centros de estudio con el objetivo de empoderar a los ciudadanos sobre todo en materia de tecnologías, derechos humanos, democracia y libertad, temas que no estaban en el criterio de discusión de los más jóvenes.

De igual forma, el grupo ha sabido combinar el mensaje de liberación con el acompañamiento a los más necesitados. Por años los activistas han llevado a cabo proyectos de asistencia médica, alimentaria, entre otras formas de ayuda. 

Además, la UNPACU también se ha unido a decenas de iniciativas y organizaciones disidentes, como es el caso de la campaña ciudadana Cuba Decide, la cual es promovida por cada miembro del partido opositor. 

No obstante, la tarea de luchar por los derechos de los cubanos y de exigir un cambio de sistema ha tenido un alto costo, que se traduce en golpizas, allanamientos a hogares, robo de pertenencias, multas, condenas de cárcel, violaciones del debido proceso, exilios forzados e incluso muertes.

En estos momentos, más de 40 activistas del grupo se encuentran cumpliendo alguna condena política, incluyendo al líder de la organización, José Daniel Ferrer, arrestado el pasado 11 de julio por agentes del Ministerio del Interior (MININT) a pocos metros de su vivienda.  

El opositor pretendía sumarse a las históricas protestas que comenzaron en la ciudad de San Antonio de los Baños y se extendieron por todo el país, incluyendo Santiago de Cuba. 

Desde su detención, las autoridades santiagueras no han ofrecido información precisa sobre su ubicación ni sobre su estado de salud. Además, el pasado 16 de agosto, el régimen revocó el “beneficio” de “limitación de libertad” concedido al líder opositor, por el cual cumplía una condena de cuatro años y seis meses en su hogar, y ordenó que extinga el resto de la sanción en un centro penitenciario. 

Por antilope

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