Este martes, un grupo de cubanos pidió un permiso al Gobierno Provincial de La Habana para manifestarse, de manera pacífica, contra la violencia.
La información fue confirmada a través del grupo público de Facebook Archipiélago en donde explicaron que al menos veinte personas firmaron la solicitud que se presentó al régimen.
Por otro lado, señalaron que la protesta está prevista para realizarse el próximo 20 de noviembre, después de que la dictadura abra las fronteras al turismo internacional.
La manifestación exigirá, además, que se respeten todos los derechos para todos los cubanos, así como también la liberación de los presos políticos y la solución de diferencias a través de vías democráticas y pacíficas.
La información íntegra a continuación:
En el mediodía de hoy, martes 21 de septiembre, se entregaron cartas en la recepción del Gobierno Provincial de La Habana y en la oficina del Intendente del CAM La Habana Vieja.
Una veintena de ciudadanos firmaron los documentos donde se notifica a las autoridades la realización de una Marcha contra la violencia, para exigir que se respeten todos los derechos para todos los cubanos, por la liberación de los presos políticos y por la solución de nuestras diferencias a través de vías democráticas y pacíficas.
Luego de amplios y profundos debates con varios miembros de la sociedad civil se decidió realizar la Marcha el primer sábado luego de que el país se abra al turismo internacional, o sea, el próximo 20 de noviembre.
Las cartas entregadas hoy corresponden a la Marcha en La Habana, pero durante los días siguientes, ciudadanos de todo el territorio nacional presentarán documentos similares ante las autoridades de su localidad. Cada cubano emigrado podrá acompañarnos también ese día sin importar el lugar del mundo donde se encuentre.
Manifestarse pacíficamente es un derecho humano reconocido en la propia Constitución de La República. Violar o impedir el ejercicio pleno de este derecho constituye un delito.
Esperamos que las autoridades actúen con estricto apego al derecho y se respete la dignidad de cada cubano o cubana involucrados en la organización de esta iniciativa ciudadana.