Durante tres años Álvarez vivió junto a Maradona en una de las residencias del centro hospitalario La Pradera, donde el argentino tenía dos edificaciones a su servicio

Tras un año de relación, Diego Armando Maradona deseaba llevarse a Mavys Álvarez a Argentina. El objetivo: practicarle una cirugía para agrandarle los senos. Maradona también quería pedirle un favor a su amigo el dictador Fidel Castro: comprarle una casa en La Habana o Varadero para los períodos cada vez más largos que pasaba en la isla.

“Diego quería que yo fuera al partido de homenaje que le iban a hacer en Argentina y operarme allá. La única manera de salir de Cuba era con una Carta Blanca, un permiso que el régimen daba o negaba a los cubanos que deseaban salir del país”, relata Álvarez.

“Tras la petición de Diego ni siquiera hizo falta que mi padre firmara. Fidel Castro permitió que viajara y le puso como condición que regresara a los 20 días”, añadió.

A Álvarez le expidieron un pasaporte y viajó a Argentina donde sería sometida a una operación de agrandamiento de senos.

Otro de los motivos de la reunión fue la compra de una casa. Según el testimonio de Álvarez, Castro rechazó la petición y en cambio le regaló una de las mansiones expropiadas a los cubanos que partieron al exilio

Otro de los motivos de la reunión fue la compra de una casa. Según el testimonio de Álvarez, Castro rechazó la petición y en cambio le regaló una de las mansiones expropiadas a los cubanos que partieron al exilio.

“La casa no la conocí. No sabía si finalmente le habían regalado la casa. Pero en el momento del encuentro Fidel le dijo que se la regalaría. Después nunca más hablamos de eso”, cuenta Álvarez.

Durante tres años Álvarez vivió junto a Maradona en una de las residencias del centro hospitalario La Pradera, donde el argentino tenía dos edificaciones a su servicio.

Tras la muerte de Maradona en el año 2000, Tony Castro, hijo de Fidel Castro, llamó a la familia de Maradona para alertarle de la propiedad que estaba en la isla al cuidado de un anciano al que el dictador había encargado el inmueble.

“Hay un viejito, Cañero, que cuida esa casa, y le dice que recuerde que en el altillo de esa casa hay decenas de objetos”, reveló Mauricio D’Alessandro, el abogado de Matías Morla, último apoderado del astro, en una entrevista con Canal 13.

Según Infobae, la propiedad está situada en el barrio Miramar, en las adyacencias de la Quinta Avenida, una de las zonas más exclusivas de la capital cubana.

Fuente: Mario J. Pentón

Por antilope

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