Los indígenas del Oriente del país realizaron una mega-movilización de 37 días en el que recorrieron casi 400 kilómetros protestando en contra del socialismo.
Este 30 de septiembre, tras 37 días de marcha desde la ciudad de Trinidad, Beni, llegó a Santa Cruz de la Sierra el contingente de aproximadamente 500 personas de varios grupos indígenas del oriente de Bolivia. Estos indígenas son la antítesis de los que defienden a Evo Morales, y entre sus demandas resaltan la defensa de sus tierras, menos recursos en manos del Estado central, fin a la persecución política del socialismo y un censo de su población.
La marcha de medio millar de indígenas orientales cumplió su cometido y llegó al centro de la ciudad más rica de Bolivia. Con una calurosa bienvenida por parte de los habitantes de la ciudad, que desde su entrada no dejaron de arengar a los marchistas, una celebración religiosa, y la iza de las banderas de Bolivia y Santa Cruz, se asentaron en los predios cedidos por la universidad pública y advierten que no se moverán hasta que el gobierno nacional atienda sus demandas.
Los marchistas provienen principalmente de los departamentos que históricamente han sido opositores al régimen comunista del Movimiento al Socialismo (MAS) y Evo Morales, como Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Conjuntamente, se plegaron a la misma grupos que en el pasado rechazaron la reelección de Morales, además de contar con el apoyo de la presidente de la Asamblea de Derechos Humanos, Amparo Carvajal.
La movilización partió el 25 de agosto desde Trinidad hacia la capital cruceña con el propósito de reunirse con las autoridades nacionales para exigir respeto a sus tierras, que, en los últimos meses, en particular en Santa Cruz, fueron entregadas por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) a representantes de los campesinos, cocaleros e interculturales del occidente del país y que forman parte de los sectores sociales afines al MAS.
Llegando a la plaza principal, fueron debidamente saludados por el gobernador de Santa Cruz, el derechista Luis Camacho, y el presidente de la Asamblea Departamental, Zvonko Matkovic, quienes expresaron su total respaldo a las demandas que promueven los movilizados.
Momentos posteriores a la celebración religiosa, el líder de la marcha, Marcial Fabricano, expresó que las demandas de sus liderados son firmes; de igual forma, comunicó que su misión final es reunirse directamente con el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca para que sean ellos directamente quienes se dispongan a atenderlos.
Desde el gobierno central no han expresado voluntad alguna en reunirse con los indígenas orientales, y lo único que atinaron a decir es que “no conocen cuales son sus demandas”.
Para ello, han enviado una comisión para atender a los manifestantes. Y pese a que el día que la marcha llegó a la capital cruceña, Arce estaba en Santa Cruz, se reusó a recibirlos.
Evidentemente, esta actitud es un total acto discriminatorio, puesto que no sería de esta forma si los movilizados fueran algún sector afín a sus políticas socialistas, como lo son los denominados “interculturales”, un grupo de personas que, precisamente, con la autorización del gobierno del MAS, ingresan a las tierras del oriente para tomarlas.
Estos mismos grupos fueron los directos responsables de la quema de más de 5 millones de hectáreas de bosques en Santa Cruz durante 2019, además de haberse mostrado a estas personas ampliando cultivos de hoja de coca dentro de parques nacionales y áreas protegidas.