El presidente ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, ha admitido este domingo ante periodistas en París que la compañía cometió «un error» en su manejo del problemático sistema de alerta en la cabina de los aviones 737 MAX antes de los accidentes fatales en Indonesia y Etiopía, que dejaron 346 muertos.
Muilenburg ha reconocido que la comunicación de Boeing tanto con sus clientes como con los reguladores «no fue consistente», lo cual es «inaceptable», y que la compañía cometió un error al no haber notificado que la luz de advertencia en la cabina del 737 MAX no funcionaba.
Agregó que este problema formó parte de las investigaciones de organismos regulatorios y prometió «transparencia» mientras Boeing trata de recuperar la confianza de sus clientes.
En mayo Boeing reconoció por primera vez la existencia de una falla en el ‘software’ relacionada con el modelo 737 MAX. Por ese error, los simuladores no podían reproducir ciertas condiciones de vuelo parecidas a las que había en el momento del accidente del avión de Ethiopian Airlines en marzo y de otro de la aerolínea Lion Air en octubre del año pasado.
Para conseguir el levantamiento de la prohibición de vuelo de los 737 MAX, Boeing tiene que lograr la aprobación de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés), que tendrá que dar el visto bueno a la actualización de ‘software’ y revisiones del entrenamiento de los pilotos.
Muilenburg ha expresado la esperanza de que los aviones vuelvan a estar en servicio este año y ha señalado que un 90 % de los clientes han participado en las sesiones de simulación con el ‘software’, conocido como MCAS, actualizado.