Para ingresar al Salón de la Fama, los nominados necesitan al menos el 75% de los votos
Los peloteros cubanos Orestes Miñoso y Tony Oliva serán exaltados al Salón de la Fama del béisbol de Grandes Ligas en Cooperstown, tras recibir los votos necesarios del Comité de Veteranos, anunciados el domingo.
Para ingresar al Salón de la Fama, los nominados necesitan al menos el 75% de los votos.
Miñoso, quien apareció en 20 temporadas en las Mayores, entre 1949 y 1980, alcanzó el 87.5%, con 14 de 16 votos posibles, mientras que Oliva, quien pasó toda su carrera con los Mellizos de Minnesota, obtuvo el 75% (12 votos).
Ambos ingresarán a Cooperstown por el Comité de Veteranos de la llamada Época Dorada, que abarca de 1959 a 1969, que también seleccionó para la inmortalidad a Jim Kaat y Gil Hodges.
Asimismo, el comité de los albores del béisbol escogió a Buck O´Neill y Bud Fowler.
Miñoso fue, sobre todo, un precursor. Fue el primer jugador latinoamericano de raza negra en jugar en las Mayores.
articipó en 13 Juegos de Estrellas y ganó tres Guantes de Oro.
El llamado Cometa Cubano era un torbellino en las almohadillas y tres veces encabezó la Liga Americana en bases robadas, así como en triples.
Oliva, uno de los mejores bateadores de su época, fue Novato del Año en 1964, al promediar .323, con 217 imparables, 43 de ellos dobles, y 109 carreras anotadas, líder en todos esos departamentos.
Al año siguiente volvió a llevarse la corona de los bateadores, con average de .321, mientras que en 1971 repitió el título con promedio de .337.
Fue elegido ocho veces al Juego de las Estrellas y en cinco ocasiones fue el máximo productor de hits de la Liga Americana.
Con Miñoso y Oliva se eleva a ocho la cifra de cubanos exaltados al Templo de los Inmortales, donde ya están Martín Dihigo, Tany Pérez, José de la Caridad Méndez, Cristóbal Torriente, el narrador Felo Ramírez y el ejecutivo Alex Pompez.