Además de haber sido víctimas de agresiones en Ciudad Juárez, el migrantes cubano Roberto Escalona Moreno fue testigo de un doble asesinato en una calle cercana al albergue donde reside por el momento.
“Aquí no es seguro”, comentó el caribeño de 22 años al ser entrevistado por un medio local después de que presenció cómo murieron dos personas víctimas de un tiroteo.
Tanto él, como sus compañeros, aseguran que en cualquier momento pueden vivir experiencias muy peligrosas en la ciudad fronteriza mientras esperan turno para solicitar asilo político en Estados Unidos.
Cabe mencionar que las pandillas en el norte de México ven como potenciales víctimas de secuestro a los migrantes, ya que con este acto delictivo pueden aplicar la extorsión a los familiares, principalmente si viven en Estados Unidos.
La violencia en dicha urbe, donde han llegado miles de migrantes de Cuba y Centroamérica, provocó un total de 259 homicidios en 2018, más de lo presentado en Nueva York, una ciudad seis veces más poblada que la mexicana.
La delincuencia, las pésimas condiciones de los albergues y los pocos recursos económicos, provoca que los cubanos estén desesperados en lo que esperan turno para solicitar el asilo político y algunos deciden buscar la manera de entrar a EEUU de manera ilegal.
De las historias que han ocurrido acerca de los migrantes que cruzan la frontera sin permiso, se recuerda a un cubano que se metió al Río Bravo para ayudar a una niña centroamericana que estaba en pleno cruce y peligrando su vida. Al final ambos lograron sobrevivir y llegar a EEUU.
Entre los acuerdos migratorios tomados por autoridades mexicanas y estadounidenses, se acordó que quienes pidan asilo deberán regresar a esperar a alguna ciudad fronteriza de México.
Debido a lo anterior, un grupo de cubanos ha solicitado a congresistas norteamericanos que no sean regresados a México a esperar la resolución, señalando la violencia extrema que se vive en ese lado de la frontera.
Miles de cubano abandonan la isla y prefieren iniciar una peligrosa travesía para llegar a EEUU, que seguir viviendo bajo un régimen socialista que no les asegura poder comer todos los días, provoca carencias en servicios básicos y les limita las libertades democráticas.
Por su parte, el gobierno cubano ignora por completo el problema migratorio que viven los oriundos de la isla y ni siquiera hace comentarios en relación a los cubanos fallecidos por la violencia en México o en la selva del Darién.