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Ha dicho Yuliesky Gourriel que es penoso no le hayan dejado entrar a Cuba

El pelotero cubano Yulieski Gurriel habló este viernes sobre la negativa del régimen de La Habana de dejarlo entrar a Cuba el pasado 29 de enero.

“Es penoso porque uno, como quiera que sea, a uno le duele. Es injusto porque en este momento que se han dado pasos, que ya hay jugadores que habían estado aquí que están jugando allá como debe ser para alegría de todos. No es para que pase esto. ¿Por qué? Porque soy traidor entonces, yo soy el más traidor del mundo”, dijo Gurriel este viernes en El Show de Swing Completo.

El pelotero contó que preparó el viaje después de que “varias gente, dos o tres personas, me habían dicho que habían cambiado, que ahora eran ya cinco años. Me lo informan a mí. Yo digo ‘tú estás seguro. Eso no lo he visto por ningún lado’”.

“Llamé allá como a cuatro personas, que tienen que ver con Inmigración, y que revisaran mi estatus. Efectivamente yo no estaba en el sistema, que antes sí estaba. Yo aparecía con mi raya roja”.

Gurriel dijo que había tenido problemas con el pasaporte cubano, que se lo atrasaron. “Ahí me mandaron mi notica en el pasaporte que no estaban contentos conmigo, con lo que yo había hecho. Me dejaron saber bien claro que los ocho años iban a estar ahí”.

El pelotero reiteró que ya no estaba en el sistema, que estaba limpio. “Entonces dije vamos a empezar los trámites. Hace mucho tiempo que estoy loco por ir allá a ver a mi familia, principalmente a mi abuela”.

“Empecé los trámites, mandé los pasaportes de mi familia primero. Una vez que ellos tienen los pasaportes tú sabe si vas o no vas. Ellos te dice ‘oye, este pa´trás’. Nada, al contrario, todo está en regla, está muy bien, en una semana es el vuelo”, contó.

“Hasta yo estaba sorprendido. Yo decía ‘siempre me van a meter un número allá a la entrada o la salida’. Todavía no lo creo. Organicé todo el viaje y faltando como tres días ya prácticamente no hablaron nada. De Cuba para acá no hubo más comunicación. La gente aquí estaba asustada porque para entrar el avión era necesario un autorizo”.

“Los tres días últimos no contestaron nada hasta el último día como a las 11 de la noche que fue que llamaron y dijeron ‘bueno, sí, ya, el avión está autorizado a entrar, todos pueden entrar (mi esposa, mis niños y mis padres)’. Y cuando nos dijeron que todo el mundo podía entrar menos yo, cuando fueron a preguntar, nos colgaron y no dieron más explicaciones”.

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