El acoso de la Seguridad del Estado ha obligado a otro periodista cubano a renunciar a su trabajo.
El joven Mauro Roberto Díaz Vázquez ha seguido el camino de la también reportera Meilin Puertas Borrero, quien anunció la víspera que abandonaba su labor por la presión de los represores de la isla.
Díaz Vázquez asegura que se aleja de la prensa independiente para proteger a su familia.
“Nadie me pidió que hiciera público cuando empecé a trabajar en El Toque. Sin embargo, al igual que algunos de mis compañeros, hago pública mi renuncia a trabajar en El Toque o cualquier otro medio alternativo”, comienza señalando el reportero.
El cubano advierte que sus aspiraciones personales y la salud de su familia están primero.
“Me voy porque, egoísta y cobardemente, priorizo mi salud mental y el bienestar de mi familia. Me voy para tener el derecho a la libre circulación. Me voy porque no quiero volver a ver a mi abuela con la presión en las nubes, ni las lágrimas de mi padre o la depresión de mi madre. Me voy porque antepongo mi futuro y mis sueños de una vida mejor y más libre”, agregó.
El joven reportero se mostró frustrado por no poder terminar trabajos periodísticos en los que estaba laborando.
“Quiero agradecer a El Toque por la oportunidad, el apoyo y todo lo aprendido. Siento que crecí mucho profesionalmente. También pedir disculpas -al medio y todos los entrevistados que confiaron en mí para contar sus historias- por los textos que dejé incompletos y no serán publicados. No estuve a la altura”, detalló.
Por último Mauro Roberto Díaz asegura que abandona la profesión por completo.
“Dejo el periodismo con el dolor de no haber hecho nada. Dejo la profesión sin lograr casi ninguna de mis metas. Yo ya veré qué hacer, ya buscaré la forma de reinventarme”, advirtió.
La víspera, su colega Meilin Puertas también anunció su partida.
“Hoy, con un nudo en la garganta, hago pública mi renuncia a El Toque, medio donde en los últimos tiempos crecí como periodista y como persona. Hoy me voy, pero me llevo conmigo un pedacito de ellos”, explicó.
“Me voy porque otros me obligan. Me obligan a irme de El Toque y a no trabajar en otro medio alternativo, y guardar, casi por ende, mi título bajo un colchón”, dijo a través de su perfil en Facebook.
La joven dejó un estremecedor mensaje a las autoridades estatales cubanas que crucifican a la prensa independiente
“¡Yo no soy el enemigo! Yo no estoy traicionando a nadie! Solo he tratado de hacer periodismo, sentirme útil, quizás romantizando un poco esta función social, tan desprejuiciada y que tanto me ha hecho abrir los ojos. No duró mucho la felicidad; tuve poco tiempo. Y aunque estoy consciente que después de todo esto hay otro mundo, hoy me voy y renuncio sintiendo que arrancaron algo dentro de mí”, declaró señalando primeramente “Me voy con la cabeza en alto, mi dignidad completa y mi mente limpia porque mientras pude hice el periodismo que siempre soñé”.