Lun. Mar 18th, 2024

Irán reconoció por primera vez que tiene un caso abierto ante su Tribunal Revolucionario por la desaparición en 2007 de un exagente del FBI que estaba en una misión no autorizada de la CIA en el país, con lo que renovó las preguntas sobre lo que le habría sucedido.

En un escrito ante Naciones Unidas, Irán dijo que el caso sobre Robert Levinson estaba «en marcha», sin entrar en detalles.

No quedó claro de inmediato cuánto tiempo llevaba abierto el caso, ni las circunstancias en las que se inició. Sin embargo, se conoce en medio de un renovado impulso para encontrarlo, con una oferta de 20 millones de dólares a cambio de información hecha por el gobierno de Donald Trump, en un entorno de crecientes tensiones entre Irán y Estados Unidos por el colapso del acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales. Esa cantidad se suma a los 5 millones de dólares ofrecidos por el FBI.

«Según la última declaración del Departamento de Justicia de Teherán, el sr. Robert Alan Levinson tiene un caso en curso en el Ministerio Público y el Tribunal Revolucionario de Teherán», dice el expediente.

No entró en detalles. El Tribunal Revolucionario de Irán se ocupa normalmente de casos de espionaje y otros relacionados con el contrabando, la blasfemia y los intentos de derrocar a su gobierno islámico. Los ciudadanos de países occidentales y los iraníes que tienen lazos con Occidente a menudo son juzgados y condenados en juicios a puerta cerrada en estos tribunales, para luego ser utilizados como moneda de cambio en negociaciones.

El Washington Post fue el primero en informar sobre el caso en curso.

Levinson desapareció de la isla iraní de Kish el 9 de marzo de 2007. Durante años, los funcionarios estadounidenses sólo dijeron que Levinson, un meticuloso investigador del FBI a quien se le atribuye haber detenido a mafiosos rusos e italianos, trabajaba para una empresa privada en su viaje.

En diciembre de 2013, la AP reveló que Levinson de hecho había estado en una misión para analistas de la CIA que no tenían autoridad para llevar a cabo operaciones de espionaje. La familia de Levinson había recibido una anualidad de 2,5 millones de dólares de la CIA para detener una demanda que revelaba detalles de su trabajo, además de que la agencia expulsó a tres analistas veteranos y disciplinó a otros siete.

Since his disappearance, the only photos and video of Levinson emerged in 2010 and 2011. He appeared gaunt and bearded with long hair, and was wearing an orange jumpsuit similar to those worn by detainees at the U.S. prison at Guantanamo Bay.

The video, with a Pashtun wedding song popular in Afghanistan playing in the background, showed Levinson complaining of poor health.

Rumors about him have circulated for years, with one account claiming he was locked up in a Tehran prison run by Iran’s paramilitary Revolutionary Guard and U.S. officials suggesting he may not be in Iran at all. Dawud Salahuddin, an American fugitive living in Iran who is wanted for the assassination of a former Iranian diplomat in Maryland in 1980, is the last known person to have seen Levinson before his disappearance. Iran has offered a series of contradictory statements about Levinson in the time since. It asked the U.N. group to close its investigation into Levinson in February, saying «no proof has been presented by the claimant in this case to prove the presence of the aforesaid in Iran’s detention centres.»

Por antilope

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