Jue. Mar 28th, 2024

Un preso común falleció este miércoles en el Hospital Provincial “Camilo Cienfuegos” de Sancti Spiritus, tras una huelga de hambre de 52 días.

“Se murió en una Sala de Cuidados Intensivos. Vengo del cementerio”, confirmó a Radio Televisión Martí, la madre María Elena Cruz quien agregó que había sido ingresado al hospital a los 36 días de abstinencia.

Andy Reyes Cruz, de 27 años, murió de un fallo multiorgánico reclamando la revisión de su causa por la que fue condenado a 25 años de privación de libertad por el delito de robo con fuerza.

“Se complicó el hígado, tenía problemas de coagulación, le subió la presión y le dio un derrame cerebral para el que le hicieron un drenaje que no surtió efecto”, señaló Cruz.

El fallo multiorgánico es la pérdida de la función de uno o más órganos o sistemas orgánicos.

“Él lo que pedía era una nueva instrucción. Es como que le hicieran un nuevo juicio porque no estaba conforme con la sanción que le habían puesto. Hubo un robo con violencia, pero él nunca reconoció haber participado. Él, desgraciadamente, se reunía con esas personas, pero él no estaba en el hecho”, apuntó.

La huelga de hambre es una forma de reivindicación frecuente en prisiones cubanas, un método pacífico de presión para alcanzar resonancia. Los reos la adoptan pretendiendo cambiar una determinada situación política o legal que creen injusta o perjudicial para sus intereses.

A nivel internacional se discute la legitimidad de la intervención médica gestionada por funcionarios penitenciarios cuando el interno se coloca, con una huelga de hambre, en una situación de riesgo que pone en peligro su salud y su propia vida por el ayuno voluntario y prolongado.

Reyes Cruz cumplía su sanción en la prisión spirituana “Nieves Morejón”.

“Estoy destruida. Mi único hijo, al que crie haciendo de madre y padre. La justicia de Dios se encargará”, dijo, aunque reconoció que las autoridades hicieron gestiones para que Reyes Cruz abandonara la huelga.

“Ellos hicieron algunas acciones que se hacen para que él se saliera de eso, pero nunca las aceptó porque sabía que era la única forma de que le dieran solución a su caso. Todavía en este minuto no tenemos respuesta judicial ni del centro penitenciario”, denunció la madre.

El internauta Néstor Estévez relató en Facebook que las autoridades militarizaron el lugar donde se hacía el velorio del muchacho y vigilaron el sarcófago para que nadie tomara fotos.

El pasado mayo el régimen cubano reconoció ante el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas que al menos 100 reclusos murieron bajo custodia del Estado en las cárceles de la isla en el último año.

La entidad de la ONU instó al gobierno de La Habana a investigar de forma imparcial por un órgano independiente todos los casos de muerte durante la privación de libertad; y cualquier posible responsabilidad de funcionarios públicos en estos decesos.

Por antilope

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