Unos 2,000 migrantes avanzaron hasta la mitad de Puente Internacional Santa Fe, línea divisoria entre México-Estados Unidos, en la mexicana Ciudad Juárez, para presionar y exigir a las autoridades estadounidenses su ingreso a aquel país este domingo.
En una primera acción, los migrantes, centro y suramericanos en su mayoría, rebasaron un punto de revisión de autoridades mexicanas en el referido puente, también conocido como Paso del Norte, que limita las Ciudad Juárez y la ciudad de El Paso, Texas, Estados Unidos y luego intentaron ingresar por la fuerza a Estados Unidos.
El objetivo de los migrantes fue ejercer presión y llamar la atención de las autoridades estadounidenses para que les otorguen permisos y les permitan cruzar para ir en busca del llamado “sueño americano”.
Entre los propios indocumentados que permanecen cerca del cruce fronterizo corrió el rumor de que llegando a dicho punto los dejarían ingresar. Sin embargo, los agentes migratorios de Estados Unidos los esperaban armados y para impedir su paso instalaron una concertina de seguridad, es decir, alambre de cuchillas enrollado, para evitar que cruzaran ilegalmente.
Debido a la llegada de más migrantes, sus reclamos fueron en aumento hasta que las autoridades estadounidenses golpearon a los que intentaban cruzar al tiempo que los amenazaron con armas de fuego.