La selección cubana de béisbol se levantó de su lecho de muerte, donde estaba en estado de coma y con respiración asistida, para conseguir una recuperación histórica y avanzar a los cuartos de final del Clásico Mundial de Béisbol
Dos contundentes triunfos sobre Panamá y Taiwán, más la combinación de una serie de resultados en los partidos restantes del calendario en el grupo A, provocaron un excepcional quíntuple empate entre todos los participantes.
Al aplicarse la fórmula de desempate, Cuba no sólo avanzó a la fase siguiente en Tokio, sino que lo hizo como líder de la llave y evitó tener que enfrentar en ese juego de muerte súbita al superfavorito Japón (4-0).
Esa tarea tan indeseada le tocará al ocupante del segundo puesto, Italia, que comanda el legendario Mike Piazza, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown.
De repente, todo lo que no funcionó en las dos primeras derrotas frente a holandeses e italianos, echó a andar como una maquinaria bien engrasada.
Los grandesligas Yoan Moncada y Luis Robert comenzaron a producir lo que de ellos se espera y los cambios de alineación ensayados por el manager Armando Johnson surtieron efecto.
A la banca Yoenis Céspedes y Lorenzo Quintana, por mucho nombre que tengan, y el equipo cambió de golpe, tanto en el ataque, como en la imprescindible defensa detrás del plato.
El pitcheo, que incluso en los fracasos había sido de lo poco rescatable de los cubanos, entonces empezó a recibir el apoyo que merecía, al tiempo que el estado anímico transformó un equipo que se veía apagado, displicente, a uno que incluso podría terminar ganándolo todo contra el más optimista de los pronósticos.
Al no tener que enfrentar el próximo miércoles a Japón –y muy posiblemente al fenomenal Shohei Ohtani- las posibilidades de que Cuba avance a las semifinales en Miami lucen muy reales.
Su rival será Australia (3-1), sin dudas, menos exigente que los nipones, aunque bien armado con dos jugadores con experiencia de Grandes Ligas (el lanzador derecho Warwick Saupold y el jardinero Aaron Whitefield), así como con una decena que se desempeña en las Menores de Estados Unidos.
Ojo con el artillero Robbie Glendinning, perteneciente a la organización de los Rales de Kansas City, quien es co-líder de jonrones en el torneo, con dos, luego de despachar 19 bambinazos en AA en el 2022.
Aunque ambos managers no han anunciado oficialmente a sus abridores para este crucial choque de muerte súbita, se espera que lo hagan Yariel Rodríguez y Jack O´Loughlin, quienes trabajaron en el primer partido de sus respectivos equipos.
Rodríguez, un habitual relevista en la Liga Profesional Japonesa, trabajó cuatro sólidas entradas ante Países Bajos el pasado martes, con una limpia permitida y seis ponches propinados, aunque se fue sin decisión.
O´Loughlin, en tanto, perteneciente a la organización de los Tigres de Detroit, inició ante Sudcorea y tiró dos entradas perfectas, en las que apenas necesitó 21 lanzamientos.
Es cierto que, en el béisbol, un solo juego lo gana o lo pierde cualquiera, pero ya a esta altura no sería ninguna sorpresa ver a Cuba avanzar a las rondas semifinales del LoanDepot Park de Miami.
Sería una hazaña con grandes implicaciones extradeportivas, algo que pondría en jaque a los organizadores, ante la posibilidad de sonadas manifestaciones por parte de exiliados cubanos.