Se acaba el tiempo. Mi padre está cansado, solo me mira y sus lágrimas corren, por Dios», dijo Mari Batista, una cubana que está desesperada por una visa humanitaria para poder despedirse de su padre con Alzheimer en Miami, Estados Unidos.
«Mi padre no habla, todos los días le hablo y solo sus lágrimas saltan pero no me habla, perdió su voz y siento su batalla de vida», contó Batista.
Su padre, Ramón Batista, tiene 81 años ya cumplidos y desde hace unos siete le detectaron Alzheimer, contó por teléfono Mariluz Batista, quien cuida de él en Kendall.
«Mi padre está en una fase terminal porque sufre de Alzheimer. Lo puse en el mes de agosto (de 2022) en un home (casa de cuidados) y me lo dejaron sin hablar. Está en fase final, no habla, no camina, lo alimento por un tubo en el estómago con dos cajitas y media de leche».
Está conmigo en casa. Estoy esperando nada más que fallezca. El problema es que es como una lucecita que tiene adentro y yo sé que quiere verla a ella. No lo dice porque no habla, pero me doy cuenta porque cuando le habla. Yo quería que viniera aunque sea una semana».
Mariluz Batista dijo que ya se acercó a la congresista María Elvira Salazar. «Me dejaron esperando 15 días para decirme que lo sentían mucho pero que tenían que poner un abogado de inmigración, que tenían casos más importantes».
Según un diagnóstico de Navarro Medical Centers, enviado por la familia, «el hombre tiene Ateroesclerosis cerebral. También padece demencia vascular, cardiopatía aterosclerótica y un AIT previo. Tiene deterioro funcional, cognitivo y nutricional. Es totalmente dependiente de todas sus ADIS. Un catéter de condón está colocado. El paciente, Ramón Batista, tiene una enfermedad terminal y lo más probable es que tenga un pronóstico de seis meses o menos si la enfermedad sigue su curso esperado».
Desde Cuba, Mari Batista contó que lleva años visitar a su padre en Estados Unidos y ya ahora es su última oportunidad para despedirse.
«Mi papá se fue en el año 1993 y no lo veo desde ese tiempo. Nos comunicamos siempre. En el 2000 me reclama pero solo me llego una carta del Visa Center donde me dicen por cinco años. Me citaron pero a mis manos solo dos cartas llegaron, una de ellas hace dos meses que alguien me la trajo. Me dice que no sabe por qué estuvo guardada desde, donde me dicen que por cinco años me estuvieron citando».
«Estoy pidiendo la visa humanitaria porque quiero despedirme de mi padre, aquí tengo otra batalla», dijo la cubana que también tiene a su hijo y esposo enfermos.