Hay dos preguntas clave sobre el coronavirus que todavía no tienen respuesta: cómo y dónde se originó. La mayoría los científicos están de acuerdo en que procede de los murciélagos ya que un estudio reveló que comparten el 96% de su código genético. Sin embargo, funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos están estudiando la posibilidad de que la pandemia se haya originado en un laboratorio chino, según varias fuentes familiarizadas con el tema que advierten que es prematuro sacar conclusiones.
Sin embargo, sigue sin haber evidencia de que el coronavirus provenga de una muestra almacenada en un laboratorio. Gran parte de la teoría sobre una fuga del virus de un laboratorio se basa en la proximidad de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el Instituto de Virología al mercado de Huanan. Esta idea fue publicada en un documento por un investigador de la Universidad Tecnológica del Sur de China.
En el documento, sugiere que «el coronavirus probablemente se originó en un laboratorio en Wuhan» y propagado accidentalmente por un científico. Aunque una sucursal de los CDC de Wuhan se encuentra a unos 600 metros (menos de media milla) del mercado, no es la única localización de la agencia, que estudia el SIDA y la gripe y es responsable de la vigilancia de la enfermedad.
Sin embargo, el Instituto de Virología de la ciudad sí se dedica a la investigación de enfermedades infecciosas como el coronavirus, algo que ya hacía antes de la pandemia. Pero esta instalación está a más de 14 kilómetros (8,6 millas) del mercado.
El artículo publicado afirma que patógenos peligroso ya han escapado de los laboratorios de Wuhan con anterioridad debido a la falta de mediadas sanitarias: «Es posible que sea necesario reforzar el nivel de seguridad en los laboratorios», afirma.
El investigador, sin embargo, retiró su documento ya que «la especulación sobre los posibles orígenes del virus no fue respaldada por pruebas directas», según contó a The Wall Street Journal el pasado 5 de marzo.
Las autoridades sanitarias de Wuhan informaron por primera vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre una enfermedad desconocida similar a la neumonía el 31 de diciembre. La mayoría de los primeros 41 casos eran trabajadores o visitantes regulares del mercado de Huanan, que se cerró el 1 de enero.
Una semana después, los expertos del Instituto de Virología de Wuhan identificaron el nuevo coronavirus y secuenciaron su genoma. La enfermedad que se denominó posteriormente como COVID-19.
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