Lester Mora Pichardo, un mercenario cubano al servicio de Rusia que fue abatido por un dron ucraniano a sus 37 años, estaba mostrando la trinchera donde se refugiaba al momento de su deceso.
El hombre, natural de Santa Clara, perdió la vida al desangrarse tras el ataque de un dron en el sitio donde el ejército ruso lo mantenía.
«Aquí, en un pedazo de cueva ahí, no sé, un hueco; aquí supuestamente duerme uno, pero no está. Y aquí duermo yo, en otro hueco más, un hueco personal, nada más quepo yo», se escucha decir en las imágenes reveladas por América TeVe.
«Las bombas sonando, de ping-. Mira la salida. A ver cuántos días de pinga me meto aquí. Tengo un obstine, llegué ayer y ya estoy obstinado. Pero como dice el dicho: un sacrificio, un beneficio. Pero te juro, cojones, cuando se acabe el año este más nunca quiero saber de guerra», apuntó el hombre.
Amigos del fallecido dijeron al citado medio que el cubano había sufrido lesiones durante su primer enfrentamiento en la guerra por lo que había sido hospitalizado.