Perdimos el miedo porque estamos agotadas’, dicen las madres que se plantaron frente a la casa de Díaz-Canel

A mediados de este mes se hizo público en las redes sociales que un grupo de madres se plantó frente a la casa de Díaz-Canel en reclamo de una vivienda digna y alimentos para sus hijos menores.

DIARIO DE CUBA ha conversado luego con algunas de ellas para conocer el destino de sus exigencias, pero todas son unánimes al afirmar que ninguno de los reclamos —que por varios años llevan pidiendo a las autoridades—  han sido escuchados.

«Lo único que pido es una cocina de inducción para poder cocinar, ya que mi hija la mayoría de los días se acuesta únicamente con un vaso de leche fría en el estómago», señala Estanys Rodríguez Aldama, una madre de 20 años que acudió sola frente a la casa de Díaz-Canel, pero fue sacada de allí por la Policía.

Una semana después de exigir ser atendida por Díaz-Canel, Rodríguez Aldama acudió al Gobierno de Marianao en busca de respuesta a sus reclamos, pero allí tampoco fue escuchada.

«En el Gobierno de Marianao me dijeron que debo esperar por un papel que se demora mucho y no sé cuándo llega, mientras sigo en las mismas. Lo que sí hicieron fue enviarme una citación para que acudiera al Departamento de Menores del MININT, pero la citación tenía muchos errores y no fui, porque solo reclamo mis derechos», añade esta madre.

El padre de la única hija de Rodríguez Aldama falleció y por ese motivo esta madre recibe una pensión de 2.626 pesos, que con la inflación desbocada que existe en el país, no le alcanza para sus necesidades más básicas.

Al día siguiente que Rodríguez Aldama se personara en casa de Díaz-Canel, otro grupo de madres, todas con tres hijos o más, se acercaron a la vivienda del gobernante, agobiadas por vivir en malas condiciones y no tener cómo alimentar a sus hijos.

Varias de ellas han accedido a conversar con DIARIO DE CUBA sobre sus reclamos y lo que ha sucedido en días posteriores.

«Esta no es la primera vez que vamos a la casa de Díaz-Canel, hemos ido en otras ocasiones para exigir que se resuelva nuestra situación. Yo estuve 15 años albergada y este año me pasaron para una casa de tránsito que se moja, no tengo fogón para cocinar y la vivienda tiene la fosa tupida», dice Nidia Noriega Rodríguez, madre de cinco hijos, todos menores de edad.

«A mí me dieron un papel que dice que mi casa se está construyendo en la esquina de 41 y 82, pero el Gobierno de Marianao no me quiere dar la llave porque en ese mismo terreno hay un local que pertenece al Ministerio de Cultura y la idea es quitarme un pedazo de mi casa y que con ella se quede ese local estatal», explica Noriega Rodríguez.

«Sobre lo que ocurrió ese día en las cercanías de la casa de Díaz-Canel te puedo decir que al rato de estar ahí salió una persona a atendernos y nos dijo que no podíamos ver al presidente y que estaba mal llegar hasta su casa. Nosotros le dijimos que teníamos muchos problemas y que por eso reclamamos que nos escuche. Enseguida vino la Policía y funcionarios del Departamento de Menores y nos dijeron en muy mala forma que debíamos irnos», expresa esta madre.

Noriega Rodríguez señala que recibieron amenazas y fueron maltratadas por las autoridades: «Los funcionarios de Menores nos amenazaron que si seguíamos haciendo estas cosas nos podían acusar del delito de actos contrarios al desarrollo del menor, pero yo les dije que lo que hacía era precisamente por el bienestar de mis hijos. Finalmente me montaron con mis hijos en una de las patrullas y nos sacaron de la casa de Díaz-Canel», subraya.  

Gitangaly Bruzón Rivero es otra de las madres que el 19 de abril estuvo frente a la casa del gobernante cubano. No era la primera vez que hacía esa acción, pues en ocasiones anteriores fue a reclamar que le otorgaran una vivienda para ella y sus tres hijos, dos de ellos menores de edad.

«Hace menos de un mes me entregaron mi casa, la cual se demoraron dos años en construirla en el reparto Chavito de Marianao, pero tiene muy mala calidad. Las paredes se rajan, la casa se inunda y yo no tengo recursos para repararla, por lo que estoy pidiendo ayuda en ese sentido», señala esta madre.

«Recuerdo que en septiembre del pasado año cuando Díaz-Canel vino a inaugurar el curso escolar en la escuela primaria ‘Manuel Martínez Prieto’ de Marianao, intenté llegar hasta él. Era la cuarta o quinta vez que lo intentaba, pero su personal de seguridad me lo impidió», acotó.  

«En otra ocasión que fui hasta la casa de Díaz-Canel, la Policía nos detuvo a mí y a Nidia Noriega; a ella la soltaron a las pocas horas, pero yo dormí esa noche en la Sexta Unidad de la Policía de Marianao. Ese día la intendente de Marianao, Yamira Lamadrid, nos amenazó con acusarnos de difamación, solo por ir a reclamar a casa del presidente», añade esta madre

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