Leandro Muñoz Zamora tenía 20 años y se quitó la vida durante un trayecto de Villa Clara a Matanzas
El cubano Leandro Muñoz Zamora, quien cumplía el Servicio Militar, se suicidó este miércoles al lanzarse por la ventanilla de un ómnibus de una empresa militar. Esta muerte, que se suma a las de decenas de jóvenes ocurridas durante ese periodo en el Ejército que en Cuba es obligatorio, fue reportada por la prensa estatal.
Muñoz Zamora tenía 20 años y residía en el municipio de Santa Clara, de la provincia Villa Clara, explicó la emisora local CMHW «La Reina del Centro», en un reporte inusual en medios estatales.
El ómnibus del que se lanzó el joven recluta pertenecía a la Empresa Constructora Militar No. 4 de Matanzas, y tenía chapa B 194 585, detalló la emisora villaclareña. El vehículo, en el que viajaban también 11 soldados, tres civiles y el chofer, se dirigía a Matanzas, donde el joven «continuaría su misión como parte del Servicio Militar Activo», añadió la emisora estatal, evitando mencionar la obligatoriedad de ese servicio en la Isla, que en febrero se extendió a las jóvenes que vayan a estudiar periodismo.
El hecho se produjo cerca de las 10:00 de la mañana, en el kilómetro 254 de la Autopista Nacional, en la provincia de Villa Clara. El recluta falleció en el acto, debido al impacto contra el pavimento.
Según el reporte de CMHW, autoridades del Partido Comunista de Cuba (PCC), el Gobierno, las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior (MININT) «acudieron al lugar de inmediato».
«Al cierre de esta información, se investigan las causas del incidente», informó CMHW. Sin embargo, para varios usuarios que comentaron la publicación en la página de Facebook de la emisora villaclareña, la muerte de ese joven se debió al carácter obligatorio del Servicio Militar en Cuba.
En agosto de 2022, cobró fuerza en Cuba un movimiento de padres y familiares de jóvenes en edad de ir al servicio, que expresaron en redes su oposición a que fueran reclutados. Esto ocurrió a raíz de las muertes de varios reclutas de las brigadas de bomberos que trataron de apagar el fuego en la base de supertanqueros de Matanzas, a inicios de ese mes.
Esas muertes de reclutas en 2022 provocaron un gran impacto en la población, pero durante décadas han sido muchos los que han perdido la vida accidentalmente o han decidido quitársela. Otros murieron en guerras en el extranjero a las que el régimen cubano los enviaba a cumplir «misiones internacionalistas», o regresaron mutilados o con graves secuelas psicológicas.
Las muertes accidentales en el Servicio Militar son tan comunes que el régimen incluso los emplearía como amenaza a opositores con hijos en edad de ser reclutados, según denunció la opositora Zuleydis Pérez Velázquez a DIARIO DE CUBA en octubre de 2023.
Meses antes del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, en mayo de 2022, una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) afirmó en las Naciones Unidas que el Servicio Militar no era obligatorio en Cuba. Aseguró que «ciudadanos de ambos sexos que así lo deseen, y lo expresen manifiestamente, pueden incorporarse de manera voluntaria».
Sin embargo, los sitios oficiales como EcuRed y las propias leyes la desmienten, al reflejar que «el Servicio Militar Activo (SMA), antes conocido como Servicio Militar Obligatorio (SMO), constituye una de las vías para (…) cumplir con el deber de servir con las armas a la Patria». Y «todos los ciudadanos del sexo masculino deben cumplir el Servicio Militar Activo, por el plazo de dos años». En aquel momento, las mujeres estaban «exentas por ley del servicio de las armas, a menos que manifiesten su voluntad de pasarlo». Eso cambió para las aspirantes a estudiar periodismo.
Pese a que no son pocos los jóvenes cubanos que se han suicidado o han muerto accidentalmente durante el Servicio Militar, desde julio de 2023 el régimen castiga con cinco años de cárcel a quienes lo evadan. Esa sanción está incluida en la Ley del Código Penal Militar, aprobada el año pasado por la Asamblea Nacional del Poder Popular.