Fuentes confirmaron a CiberCuba que el negocio fue intervenido sin previo aviso, bajo acusaciones de evasión fiscal, tráfico de moneda y lavado de activos.
El empresario cubanoamericano Frank Cuspinera y su esposa habrían sido detenidos por militares cubanos, mientras el régimen clausuró arbitrariamente Diplomarket, conocido como el «Costco cubano».
Según una denuncia publicada por el medio independiente La Tijera, Cuspinera ha estado incomunicado desde el 20 de junio de 2024, cuando fuerzas militares intervinieron su empresa.
Fuentes confirmaron a CiberCuba que el negocio fue intervenido sin previo aviso, bajo acusaciones de evasión fiscal, tráfico de moneda y lavado de activos.
Cuspinera, quien también dirige TCC Las Américas Importadora Exportadora en Estados Unidos, había logrado establecerse exitosamente en Cuba desde 2013, ofreciendo productos a través de su plataforma Diplomarket.
Sin embargo, su éxito económico parece haberlo convertido en un objetivo para el régimen castrista, según la publicación.
Las autoridades esperaron hasta el cierre del día 20 de junio para irrumpir en su empresa y confiscar todos sus bienes, en una venta que ellos mismos habían autorizado previamente.
Para ello, utilizaron efectivos militares y miembros del conglomerado militar Gaesa.
La situación se agravó al día siguiente, cuando las autoridades comenzaron a repartir los bienes confiscados entre los miembros de la cúpula castrista.
Fuentes cercanas al caso señalaron que este tipo de abuso no es aislado. Este mes se han celebrado controles judiciales para otros empresarios que llevan un año presos injustamente.
Aunque algunos obtuvieron fianza o libertad por decisión de un juez, esas decisiones fueron revocadas el mismo día por los militares cubanos, evidenciando la falta de justicia y respeto a la ley en el país.
El caso de Cuspinera refleja un patrón repetitivo donde el régimen ataca a aquellos que intentan crear oportunidades y prosperidad fuera del control estatal. Numerosos empresarios están siendo investigados o detenidos injustamente por intentar mejorar la vida de los cubanos mediante la creación de empleos y mejores condiciones de vida.
El pasado año, el régimen cubano negó que existiera un supermercado Costco en La Habana, afirmando que se trataba de un negocio perteneciente a una Mipyme.
Patrick Oppmann, corresponsal de CNN, mostró con asombro imágenes de lo que calificó como “el primer Costco de Cuba” en octubre de 2023, y alertó que no cualquiera podría permitirse los elevadísimos precios de la tienda, donde se aceptaban pagos en CUP, USD y euros.
Las Américas TCC, empresa dirigida por Cuspinera, se encargaba de surtir al llamado “Costco cubano”, inaugurado a finales de 2022.
Tras el reporte de Oppmann, el portal independiente 14ymedio visitó el comercio y comprobó la fuerte vigilancia a la que estaba sometido.
La publicación cuenta que en una primera garita se tomaban los datos de los vehículos junto a la hora de entrada, y más adelante había otra caseta custodiada antes de entrar en la tienda, cuyo dueño no se conocía entonces, ya que la firma no figuraba en el listado de micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) aprobadas por el Ministerio de Economía y Planificación.
El diario comprobó que Cuspinera había tenido domicilio en Estados Unidos y que en la actualidad residía en El Vedado habanero. Su nombre figuró en una carta que varios emprendedores cubanos remitieron al presidente estadounidense, Joe Biden, pidiéndole que levantara las sanciones contra el gobierno de la isla, que perjudicaban sus negocios.