Vender servicios turísticos en dólares o cobrarle en divisas a negocios privados el impuesto de sus importaciones
Esas son dos de las nuevas medidas del régimen, que dolariza cada vez más la economía en Cuba, en momentos en que, según datos oficiales, la inflación en el país crece entre un 30 y 34 por ciento y el precio de los alimentos aumenta un 35 por ciento anual ante la inoperante producción agrícola.
El nuevo ajuste de un régimen que sólo sigue poniendo parches para intentar reflotar una economía a la que tiene en ruinas, que incluye cobrar en dólares los aranceles a lo que importen los negocios privados, podría aumentar el precio para el maltrecho bolsillo de los cubanos cuando compren en las Mipymes, esas empresas a las que le acaban de imponer un tope de precios a varios de sus productos, que para muchos en la isla es un fracaso, porque ya comenzaron a escasear a algunos de esos alimentos y artículos.
La nueva dolarización de la economía cubana, que el régimen insiste en que es parcial, pero que la realidad muestra que cada vez es mayor, incluye también la aceptación de efectivo en dólares en determinados sectores y actividades como el turismo y el cobro en divisas de los servicios portuarios.