Jue. Sep 19th, 2024

En la oposición venezolana todo el mundo parece consciente del impacto que produjo en la opinión nacional e internacional la publicación, ante la falta de transparencia del oficialismo, de las actas de votación de las elecciones presidenciales desde el comando de campaña de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado,

y está muy extendida la convicción de haber concretado una aplastante derrota electoral al chavismo (67% para el candidato opositor frente al 30% de Nicolás Maduro), en unas condiciones especialmente desiguales y atípicas.

Pero más allá de las conclusiones, la sensación que se impone es el miedo. Los políticos están herméticos. Las entrevistas quedan canceladas. Las personas del entorno de los líderes cambian de teléfonos. Hay una enorme reserva en los grupos de WhatsApp; escasean las conversaciones por Zoom. La policía acosa a ciudadanos buscando datos en sus teléfonos móviles. Testigos y miembros de mesa son acosados judicialmente. Al menos dos activistas civiles han sido retenidos, por ocho horas y más, en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía. Son muchos, demasiados, los analistas y observadores que prefieren dejar sus opiniones para otro momento.

La represión del chavismo en la semana poselectoral ha hecho que tanto González como Machado se dirigiesen este lunes a las Fuerzas Armadas en un comunicado conjunto. Un texto en el que él firma como “presidente electo de Venezuela” y ella como líder de las “fuerzas democráticas de Venezuela”. “No repriman al pueblo, acompáñenlo”, reclaman en el comunicado, en el que insisten en la victoria “abrumadora” del candidato opositor y critican “la brutal ofensiva” de Nicolás Maduro contra “dirigentes democráticos, testigos, miembros de mesa y hasta en contra del ciudadano común”. La misiva incluye un llamado “a la conciencia de militares y policías para que se coloquen al lado del pueblo” y abandonen al Gobierno de Maduro.

Por antilope

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