Segun el Diario el Pais de Espana A Maduro se le agota el tiempo

La crisis de legitimidad del Gobierno de Nicolás Maduro se agranda según pasan las semanas desde las elecciones que asegura haber ganado. El Centro Carter, el único organismo internacional independiente que participó en la observación de las elecciones del 28 de julio, presentó el martes ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) las actas recopiladas por la oposición en el 83,5% de las mesas y que otorgan una rotunda victoria a su aspirante, Edmundo González Urrutia, con el 67% de los votos.

Se trata de un anuncio de una enorme trascendencia porque ratifica la validez de los documentos publicados por la alianza opositora en una página web. La responsable de la misión, Jennie Lincoln, fue tajante: las papeletas, cuya autenticidad está garantizada por los códigos de seguridad QR, demuestran el triunfo de González Urrutia.

La carga de la prueba pone en jaque a Maduro, que en su huida hacia delante ha rechazado hasta ahora enseñar las actas electorales y trata de aprovechar la coyuntura internacional. El conflicto en Oriente Próximo o la campaña electoral en Estados Unidos han restado presión al Ejecutivo chavista. El mandatario ha adelantado las celebraciones navideñas a octubre y da por zanjada la disputa sobre las actas aferrándose a una resolución del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de facto un brazo judicial del Gobierno.

Mientras tanto, el aparato chavista ha endurecido la represión. González Urrutia está asilado en España; la líder opositora, María Corina Machado, sigue en Venezuela, pero resguardada en un lugar secreto y viviendo en condiciones de semiclandestinidad, y la persecución de los opositores deja casi a diario un nuevo balance de detenciones. La más reciente, la del alcalde de Maracaibo, la segunda ciudad del país. Según la ONG Foro Penal, que lleva casi dos décadas contabilizando las capturas de disidentes, el número de personas que pueden considerarse presas por razones políticas asciende a 1.905. Es decir, más que en el resto de Latinoamérica junta, incluidas Cuba y Nicaragua.

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