Pedro Sánchez huyó ante la ira de los afectados en la considerada ‘zona cero’ de Valencia, mientras los reyes siguieron insistieron en hablar con la gente
VALENCIA.- Una población desesperada e iracunda insultó, lanzó barro y ahuyentó el domingo al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y a los reyes Felipe VI y Letizia durante su visita a Paiporta, un municipio de Valencia duramente golpeado por las inundaciones que dejaron al menos 217 muertos.
¡Que os vayáis», «a ti no te falta agua», gritaba una mujer a poca distancia de la cara de la reina en el municipio de Paiporta, mientras la multitud coreaba «asesinos» e «hijos de p…» a las autoridades, entre las que también se encontraba el presidente regional valenciano, Carlos Mazón, y volaban barro y objetos, una situación que no se había vivido en España.
Los altercados se han producido sobre la una de la tarde (hora local), después de que la comitiva visitara los servicios de emergencia en Paiporta, considerada ‘zona cero’ de la DANA en la provincia, donde murieron más de 60 personas y miles de vidas quedaron destrozadas.
Al iniciar un recorrido por las calles de Paiporta, donde ya había gente gritando y lanzando objetos, el grupo se ha roto. En la cabeza han quedado el monarca y el ‘president’ de la Generalitat, separados del resto.
Sánchez huye ante insultos en Valencia
En varias cámaras y teléfonos celulares quedaron grabadas las imágenes de la huída de Sánchez. Los servicios de seguridad lo protegían con un paraguas y lo retiraban. En un momento se ha visto que alguien lanzaba un palo hacia el presidente del Gobierno, que no continuó con la visita.
Felipe VI y Mazón siguieron el recorrido hasta llegar a un cruce de calles en el que decenas de personas continuaban gritando y lanzando objetos como palos y barro.
Tanto al rey como al jefe del Consell se les vio con manchas de barro en la cara y en la ropa. Se han escuchado gritos de «asesinos», «fuera», «ayuda», «Mazón dimisión», «Pedro Sánchez dimisión» o «dónde está Pedro Sánchez».
Con Mazón también desaparecido a media visita, Felipe VI insistió durante bastante rato en dialogar con la gente, protegido por sus guardaespaldas, constantemente zarandeados.
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Felipe habla con afectados
La policía tuvo que intervenir con oficiales a caballo para mantener a raya a la multitud de varias decenas que arrojaban lodo, blandían palas y arrojaban palos.
Los guardaespaldas abrieron paraguas para proteger a los monarcas mientras los manifestantes les lanzaban lodo a su paso. «Ellos lo sabían, lo sabían, y no hacían nada”, también se escuchó.
Luego de verse obligado a resguardarse del barro que caía, el rey permaneció tranquilo e hizo varios intentos de hablar con los residentes individualmente. Una persona parecía llorar sobre su hombro. Estrechó la mano de un hombre.
Felipe, con manchas de barro en su impermeable negro, habló con varias personas, le dio palmadas en la espalda a dos jóvenes y compartieron un rápido abrazo.
Según un periodista de la cadena española RTVE cerca de Felipe, una mujer lloró y le dijo que no tenía comida ni pañales, mientras que otra persona le pidió que no los abandonaran.
Luego de aproximadamente media hora de tensión, los monarca
Ira de las víctimas
Los incidentes llevaron a las autoridades a suspender la visita de los reyes a una segunda localidad, Chiva.
La indignación por la gestión del peor desastre natural de España en la memoria viva comenzó después de que el impacto inicial se disipara.
Un río de agua y lodo inundó Paiporta y los funcionarios regionales emitieron una alerta a los teléfonos móviles que sonó con dos horas de retraso.
La ira ha sido alimentada por la incapacidad de las autoridades para responder rápidamente a las secuelas. La mayor parte de la limpieza de las capas y capas de barro y escombros que han invadido innumerables hogares la están realizando residentes y miles de voluntarios.
“¡Hemos perdido todo!”, gritó alguien.