Una joven cubana diagnosticada con insuficiencia renal crónica está solicitando apoyo financiero

‘No tengo tiempo para esperar’, una joven cubana con insuficiencia renal pide ayuda para salir de Cuba

Colegas se movilizan para ayudar al actor cubano Samuel Claxton, en situación delicada de salud, necesitado de insumos médicos y sin apoyo institucional.

Una joven cubana diagnosticada con insuficiencia renal crónica está solicitando apoyo financiero para poder salir del país y someterse a un trasplante de riñón, un procedimiento que le permitiría seguir viviendo y que en Cuba no puede realizarse.

Ayamey Valdés, de 19 años, ha pasado casi la mitad de su vida enfrentando esta enfermedad. Desde los diez años, su rutina ha estado marcada por sesiones de hemodiálisis tres veces por semana. Ahora, ante el agravamiento de su situación —en sus propias palabras, se encuentra en fase terminal y necesita con urgencia un trasplante— busca recaudar 15,000 dólares a través de una campaña en GoFundMe para financiar su tratamiento.

«Ya junto con mi mamá he identificado un hospital donde podré recibir la atención que necesito, pero no cuento con los recursos. Por eso pido ayuda en esta plataforma. Si buscan mi historia en los medios sabrán que no tengo tiempo para esperar. Toda mi vida la he vivido así. No he podido continuar mis estudios, pero todavía estoy joven…», declara en la plataforma.

La joven también quiso dedicar unas palabras de agradecimiento a quienes decidan contribuir: «Espero que a cada persona que me ayude la vida le devuelva todo en salud, que nunca se vean en mi situación, y les doy mi absoluto agradecimiento».

El caso de Valdés fue expuesto por el diario español El País, que relató el calvario de la joven de 39 kilos de peso y apenas 1,50 cm y retrató el colapso del sistema sanitario cubano.

La salud de la adolescente fue golpeada por una enfermedad que los médicos inicialmente confundieron con dengue, problemas de menstruación o una infección simple. Pero era una glomerulonefritis, una inflamación de los glomérulos del riñón, que le colapsó ambos órganos en menos de dos días. Desde entonces, la vida de Ayamey Valdés se mide en litros de sangre filtrada, en días sin agua suficiente —solo puede consumir 255 mililitros al día— y en catéteres que han perforado incluso un pulmón.

En 2018, parecía llegar una esperanza: recibió un trasplante renal. Era el primer órgano que llegaba al hospital en meses. Se activó el protocolo, se hicieron pruebas y fue seleccionada. Pero todo salió mal. El riñón no funcionó. «No hubo diuresis inmediata», relató la doctora Mercedes, pediatra y nefróloga, quien atendió su caso. A las pocas horas, el órgano fue extraído. Ayamey no lloró. Su madre, Yurama Bolaños, suplicó que no se lo quitaran, sin éxito.

Desde que cumplió la mayoría de edad, Ayamey Valdés dejó de recibir atención pediátrica y el cambio fue brutal. Ahora se trata en el Hospital Clínico Quirúrgico Miguel Enríquez, La Benéfica, y debe llevar sus propios insumos: jeringuillas, filtros, sábanas. No siempre hay hierro ni medicamentos básicos como la eritropoyetina o el rocaltrol. Los compra en el mercado negro o recurre a donaciones. Una transfusión de sangre puede costar hasta 15.000 pesos cubanos (unos 50 dólares), una cifra inalcanzable para la mayoría.

«Ayamey es una niña que no está hecha de hierro», dice su madre, que la ha visto gritar que quiere morir, añadió El PaísEs la última sobreviviente del grupo de niños que conoció en el hospital hace años. Todos los demás han fallecido. «Es mi única hija y esto es algo que uno no se espera. Es incalculable la tristeza que uno lleva por dentro», lamenta Yurama, quien ha sido advertida por los médicos: si quiere que su hija viva, tiene que sacarla del país.

Aunque las autoridades aseguran que la nefrología cubana «vive uno de sus mejores momentos», datos independientes recogidos por el reportaje indican lo contrario. Según el Registro Internacional de Donación y Trasplante de Órganos (IRODaT), en 2023 solo se realizaron 13 trasplantes renales en toda Cuba.

A falta de insumos, medicamentos y personal especializado, los trasplantes se han vuelto excepcionales y casi imposibles. Médicos y pacientes coinciden en que el programa de trasplante renal está paralizado desde 2020. La mayoría de los órganos que se asignan provienen de familiares vivos.

Mientras tanto, Valdés sigue viajando desde Guanabacoa hasta el hospital tres veces por semana. Ha tenido 17 convulsiones por la retención de líquidos, su brazo se ha deformado por la fístula arteriovenosa y ha tenido que inventar historias sobre peleas callejeras para evitar preguntas.

«Yo me pongo a pensar en cuando era chiquitita, que era una niña feliz, tenía una vida normal», dice su madre. Hoy, ellas todo lo que quieren es otra oportunidad.

Popular actor en apuros

El actor Samuel Claxton, rostro familiar para varias generaciones de cubanos, atraviesa un grave deterioro de salud a sus 82 años y requiere sondas y otros insumos para tratar sus padecimientos en medio de desidia institucional.

Claxton, quien acumula una trayectoria de más de 60 películas y goza del cariño popular, reside en el reparto Alamar, en La Habana del Este, pero actualmente no se encuentra en su domicilio habitual, ya que su esposa se vio obligada a trasladarlo por la imposibilidad del actor de subir escaleras.

La directora de casting Libia Batista, una de las voces más activas en la red de apoyo a actores cubanos, relató en Instagram la difícil búsqueda de Claxton y la escena que encontró al visitarlo: «Su alegría fue tremenda. Está malito, necesitamos sondas número 16, 18 y 20 y bolsas para la recogida del orine. Este excelentísimo actor de más de 60 filmes, con su carisma de siempre, tenemos que ayudarlo».

Las imágenes compartidas por Batista en la red social muestran a un Claxton visiblemente debilitado. Desde la plataforma Cubaactores también se hicieron eco de la situación.

Claxton es un ejemplo más de la precariedad que enfrentan muchas personas en la vejez, de la que no escapan figuras reconocidas que han realizado aportes, víctimas de un sistema que los celebra en su momento de gloria, pero los desatiende cuando más lo necesitan.

Para quienes deseen colaborar, Cubactores ha compartido el número de teléfono 52648942, a través del cual puede canalizarse ayuda directa para Claxton.

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