Jue. Sep 19th, 2024

Con toneladas de información verdadera, falsa y en constante cambio disponible sobre el COVID-19, es fácil confundirse. Pero una cosa es segura: si crees que eres inmune al virus, te equivocas. Echa un vistazo a estos siete mitos sobre la inmunidad frente al coronavirus para mantenerte saludable durante la pandemia.

1. Tengo anticuerpos, así que soy inmune

Las pruebas de anticuerpos están cada vez más disponibles a través de proveedores de atención médica en todo el país. Si tu prueba de anticuerpos da positivo, significa que puede que ya te hayas recuperado del COVID-19. Pero que lo hayas tenido no significa que no puedas volver a tenerlo. 

«No está claro si esos anticuerpos pueden proporcionar protección (inmunidad) contra la infección nuevamente», informa el CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades). «Esto significa que no sabemos en este momento si los anticuerpos te hacen inmune al virus». Se deben realizar más estudios antes de que se pruebe que no se puede contraer el virus por segunda (o incluso tercera) vez. Incluso si tu prueba de anticuerpos es positiva, continúa las pautas en tu zona y sigue lavándote las manos con frecuencia.

2. Estuve enfermo en enero, así que soy inmune

Cuando el COVID-19 comenzó a ocupar la sección principal de noticias, es posible que echaras un vistazo a la lista de síntomas y pensaras: «Sí, ya lo tuve». Pero no asumas que por haber estado enfermo en enero, ya has tenido el virus. Los síntomas del coronavirus pueden confundirse fácilmente con un resfriado común o gripe. 

Según la Dra. Lisa Lockerd Maragakis, médico de John Hopkins Medicine, tanto el COVID-19 como la gripe pueden «causar fiebre, tos, dolores corporales y fatiga; a veces vómitos y diarrea». Ambos también pueden ser leves o severos y pueden causar neumonía.

Entonces, a menos que tengas una prueba viral (que en enero aún no se había desarrollado), no hay forma de saber qué enfermedad tuviste.

3. Me vacuné contra la influenza, así que soy inmune

Siempre es una buena idea vacunarse contra la influenza para evitar potencialmente contraer otras enfermedades desagradables. Sin embargo, una vacuna contra la gripe o una receta de Tamiflu no te protegerán de padecer el COVID-19. Aunque los síntomas de estos virus son similares, la vacuna contra la gripe no aborda las características del coronavirus y es ineficaz.

4. Un miembro de mi familia la tuvo y yo no, así que soy inmune

Si uno de los habitantes de tu casa está enfermo, es importante que se autoaísle. Si no fuiste nada cuidadoso y estuviste en contacto con tu familiar enfermo, pero tú no te pusiste enfermo, puedes suponer que eres inmune al COVID-19. 

Pero si no se hizo la prueba, es posible que tu familiar haya tenido gripe o una enfermedad diferente. También es posible que hayas contraído el coronavirus de un miembro de tu hogar, pero que fueras asintomático. Según un estudio publicado en Nature Medicine, hasta el 44% de los que tienen COVID-19 no muestran ningún síntoma del virus o eran asintomáticos.

5. Llevo mascarilla, así que soy inmune

Si sigues las últimas recomendaciones y usas mascarilla de tela en público, ¡ya está! Pero es importante recordar que esta máscara no es tanto para protegerte a ti, sino para proteger a los demás. Usar una mascarilla es considerado y seguro, pero no te hará inmune a infectarte de COVID-19.

Según la Clínica Mayo, «usar una máscara en público no te hace inmune al virus, pero si ya estás infectado y no lo sabes, estás poniendo de tu parte para detener la propagación».

6. Soy joven y/o estoy sano, así que soy inmune

Si hay algo que hemos aprendido en los últimos meses sobre el COVID-19, es que este virus no discrimina a quién infecta. Incluso si eres joven y saludable, no cometas el error de pensar que eres inmune a contraer el virus. 

Un informe reciente de los CDC descubrió que de las 508 personas hospitalizadas por COVID-19 antes del 16 de marzo de 2020, el 38% tenían entre 20 y 54 años. La mitad de las víctimas de coronavirus que terminaron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) eran menores de 65 años.

Incluso si eres joven y sano, puedes infectarte con el virus e incluso experimentar síntomas graves o potencialmente mortales. Toma las precauciones con seriedad y haz todo lo posible para protegerte del virus y detener la propagación.

7. Tomo muchísima vitamina C, así que soy inmune

Cuidar tu sistema inmunológico es superimportante, especialmente ahora que el COVID-19 se está extendiendo por todo el mundo. Pero la vitamina C y otros suplementos que apoyan la salud inmunológica solo pueden ayudar a tu cuerpo a combatir el virus si lo contraes y no te inmunizarán.

Según la Universidad Estatal de Oregón, los hombres y las mujeres deben obtener aproximadamente 400 mg de vitamina C al día. Agrega una dieta saludable y dosis diarias de otros nutrientes y vitaminas esenciales y mantendrás tu sistema inmunológico en la mejor forma. Pero ten en cuenta que aún debes tener cuidado con el virus. Un sistema inmune fuerte no significa ser inmune al COVID-19, solo significa que estás preparado para luchar en caso de que lo contraigas.

Y para superar esta pandemia de la manera más saludable posible, no te pierdas estas Cosas que nunca debes hacer durante la pandemia del coronavirus.

Aunque es una respuesta del organismo para defenderse de agentes extraños, la inflamación muchas veces puede afectarnos. Una buena forma de prevenirla o mantenerla bajo control es mediante la alimentación. Aquí te contamos que puedes incorporar en tu dieta para lograrlo, y que debes evitar:

Qué es la inflamación

La inflamación es un proceso que ocurre cuando nuestro sistema inmunológico detecta un agente extraño, como bacterias o virus. El objetivo de esta respuesta es proteger, mediante los globulos blancos, potenciales infecciones o lesiones. Una vez que el peligro desaparece, la inflamación suele ceder.

Qué peligro oculta

Si la inflamación persiste, incluso cuando el cuerpo no se siente amenazado, puede convertirse en un problema. Esta situación puede causar: dolor, enrojecimiento, calor y rigidez o pérdida de la movilidad. También se ha relacionado con el desarrollo de diferentes enfermedades como cáncer, diabetes, artritis, depresión y Alzheimer.

Cómo puedes tratarla

Los expertos en salud afirman que la solución a este problema no solo puede encontrarse en los medicamentos. Una dieta antiinflamatoria puede combatir este proceso inmune a largo plazo. Aquí te contamos que alimentos puedes incorporar para encontrar alivio:

1. Tomates

Este fruto es rico en una sustancia química llamada licopeno, que es el responsable de su color rojizo y posee propiedades antioxidantes. Aunque sus beneficios en pacientes con artritis reumatoide no están totalmente comprobados, muchos estudios encontraron que puede reducir la inflamación general. Al cocinarlo, ya sea para preparar salsas o bebidas, se concentran sus dosis de licopeno. Conoce las propiedades del tomate

2. Aceite de oliva

El aceite de oliva virgen posee un compuesto químico natural llamado oleocantal, que además de otorgarle su característico sabor picante, tiene propiedades antiinflamatorias con efectos similares al de los analgésicos. Beneficios del aceite de oliva

3. Vegetales de hojas verdes

Son verduras ricas en vitamina E, como la espinaca, lechuga, col rizada y brócoli. Esta vitamina tiene funciones antioxidantes y en el sistema inmune, aportando protección al organismo contra ciertas moléculas proinflamatorias. Alimentos verdes que ayudan a estar sano

4. Frutos secos

Principalmente las almendras, que son ricas en vitaminas E, fibra y calcio, y las nueces de nogal, que poseen ácidos grasos Omega 3. Esto genera un alto contenido de antioxidantes, que ayudan a nuestro cuerpo a controlar los posibles daños causados por una respuesta inflamatoria. Las mujeres son más sensibles que los hombres al efecto antiinflamatorio de este tipo de grasas. Razones para comer frutos secos

5. Pescados grasos

El atún, arenque, caballa, salmón o sardinas, comparten un rico contenido en ácidos grasos Omega 3, puntualmente los denominados DHA y EPA. Se recomienda consumirlos al menos 2 veces por semana de manera saludable (hervido o al horno) para aprovechar sus beneficios antiinflamatorios. Los pescados más saludables

6. Las bayas

La gran mayoría de las frutas pueden aliviar la inflamación debido a sus altos contenidos antioxidantes. Pero aquellas que poseen grandes cantidades de antocianinas (un tipo de pigmento), son las más efectivas. Entre ellas se encuentran los arándanos, cerezas y fresas. Razones para comer arándanos

Dieta antiinflamatoria

Los expertos consideran que una buena manera de incluir estos alimentos y reducir los niveles de inflamación es mediante una dieta saludable en general. Para seguir los principios de la alimentación antiinflamatoria, ten en cuenta la dieta mediterránea, que es rica en frutas, vegetales, nueces, granos enteros, pescado y aceites saludables

Qué alimentos nos inflaman

Existen diferentes alimentos y bebidas que por sus propiedades pueden causar inflamación. Algunos que debes evitar para que esto no suceda son: los carbohidratos refinados (pan blanco o pasteles), alimentos fritos, manteca, refrescos y otras bebidas azucaradas, carnes rojas (hamburguesas o filetes) y procesadas (salchichas o embutidos).

Fuentes consultadas

Arthritis Foundation, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

Por antilope

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