Tocar una superficie en la que se haya acumulado cierta cantidad de coronavirus no sería una forma fácil de contagiarse de él, de acuerdo a una revisión reciente de los criterios de transmisión del Covid-19 elaborados por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Previamente, se consideraba que si una persona infectada del coronavirus tocaba una cierta superficie u objeto y con ello los contaminaba, si otra persona tocaba posteriormente esa misma superficie o cosa y se llevaba luego las manos a la cara, la boca o la nariz, por ejemplo, podría de ese modo infectarse en una probabilidad importante.
El ajuste del CDC no niega esa posibilidad, que es real y varía dependiendo de varios factores, pero considera ahora que el coronavirus no se esparce fácilmente de eso modo. Tampoco se transmitiría fácilmente de animales a personas y viceversa, aunque en general el CDC señala que aún es necesaria más investigación para conocer más sobre la dinámica del Covid-19.
En cambio, el CDC reitera que la forma principal de contagio de coronavirus es de persona a persona, método en el que ese patógeno ha mostrado ser considerablemente transmisible. Por ello, el aislamiento de las personas enfermas o con síntomas y el distanciamiento social en general (considerando que personas infectadas pero asintomáticas son un vector mayor de contagio) son medidas de importancia imperativa para prevenir contagios y para frenar la presente pandemia.
Eso no quiere decir que el virus que quede depositado en una superficie u objeto resulte inocuo. Sí es posible que al tocarlo una persona entre en contacto con el virus y pueda infectarse. Pero el CDC, al parecer, considera ahora que eso es mucho menos probable de lo que se pensaba, y más difícil de que suceda que en el caso del contacto de persona a persona y con las secreciones que la persona infectada exhala.
Y, desde luego, el tipo de superficie y el tiempo desde que el virus se depositó en ella son factores. Como se explicó en LiveScience, en un estudio publicado a mediados de marzo se estimó que el coronavirus podría sobrevivir unas 4 horas sobre cobre, 24 horas sobre cartón y hasta 72 horas sobre acero inoxidable. Pero hay mucha incertidumbre al respecto de por cuánto tiempo el coronavirus depositado en esas superficies y objetos sería viable para infectar a una persona que entrara en contacto con ello, o qué cantidades de virus podrían ser más susceptibles de desatar un contagio.
La limpieza de objetos y superficies, en especial en lugares públicos con considerable tráfico de personas, y la continua limpieza personal, sobre todo el lavado de manos, y medidas como el distanciamiento social y el uso de mascarillas son de gran importancia para contener el Covid-19.
La higiene en el hogar es también siempre muy importante, y más en la presente pandemia.
Con todo, hay aún muchas incógnitas e incertidumbres, y eso induce miedo en la población sobre qué es seguro y qué no durante la reapertura. Por ello, la noción de que tocar superficies que pueden contener coronavirus no sería un medio “fácil” de contagio puede hacer que personas omitan esas medidas básicas de protección e higiene y, con ello, incrementen sus riesgos de contraer el Covid-19.