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27 de mayo de 2020 – 16:05  – Por JESÚS HERNÁNDEZ

Locales como Versailles, La Carreta y Xixón, que apenas pudieron generar algún dinero estas semanas, miran la reapertura con muchas expectativas y preocupaciones

De esta manera, bajo estrictas medidas de sanidad, la amplia gama gastronómica de Miami, la ciudad con mayor cantidad de ellos en el sur de Florida, relanza su propuesta de servicios, como si se tratara del primer día de apertura

Restaurantes tan populares como Versailles, La Carreta, El Exquisito y Xixón, que apenas pudieron generar algún dinero, con entrega y reparto de un menú limitado a las puertas del inmueble estos dos meses, recibe una parte de la empleomanía deseosa de trabajar para ganar dinero y hacerle frente a las deudas acumuladas estas semanas.

“Jamás imaginé vivir algo así. Una pandemia que obligara a cerrar todo y dejar a todos sin trabajo”, comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS María, empleada de La Carreta en calle Ocho.

“Nunca hemos ganado mucho. El sueldo básico, 175 dólares a la semana más las propinas, pero me alcanzaba para sobrevivir. Y de pronto, nada. Ni el cheque del desempleo me ha llegado”, aseguró.

No obstante, las primeras horas de la reapertura apenas se notaba la presencia de clientes. El alcalde de Miami, Francis Suárez, almorzaba en el Versailles, luego de hablar con la prensa y anunciar “oficialmente” la reapertura.

«Los restaurantes forman una parte muy importante de nuestra economía y estamos listos para comenzar a reabrirlos cuidadosamente», señaló el alcalde.

Calle abajo

A unas cuadras de allí está Sala’o, un restaurant muy bien montado que rememora La Habana de los años 1950. “Decidimos reabrir la semana que viene. Aún faltan cosas por hacer. Mientras seguimos con el take-out”, señaló el dueño del local, Oscar Rodríguez.

Calle abajo hay un sinfín de pequeños restaurantes, cuyos dueños no saben aún si agradecer la reapertura o rezar para recuperar la clientela a golpe de mascarillas, gel desinfectante y el 50% del aforo (cantidad de clientes) permitido.

“Estamos a la expectativa. Muy ilusionados, eso sí. Pero preocupados por tantas medidas. Que si la distancia entre mesas, que si los guantes. No hay barra, ni carta. No podemos acercarnos al cliente como antes”, reflexionó Mario, camarero Casa Juancho.

Afuera miraba atenta Susana, una señora muy emperifollada que acostumbra ir a comer allí cada domingo: “No sé si me gustará esta nueva situación. Sé que es necesario (para contrarrestar el contagio), pero no creo que sea igual. Tener que comer rodeada de mascarillas y sin poder sentarme al bar para tomarme un trago primero”.

Comenzar de nuevo

Un poco más al sur, en la muy pintoresca Coral Way, la situación es similar. Locales como Ponte Vecchio, Plate y Xixón hacen lo mismo: optar por reabrir el negocio con muchas expectativas y preocupaciones.

“Es como comenzar de nuevo”, señaló el copropietario de Xixón Alejandro De Arruabarrena.

“Recomenzamos con la misma ilusión de cuando comenzamos, siempre pensando en la oportunidad del sueño americano”, reflexionó.

Jean-Baptiste Guilpain, propietario de Plate, un pequeño local que mayormente provee desayunos y almuerzos a empleados de oficinas colindantes, pospone la reapertura para al menos el lunes 1 de junio.

De hecho, el hombre no ha podido pagar el alquiler de mayo del local y ya se le avecina el de junio. “Pagué el alquiler de abril. El dueño del edificio no me ha presionado para pagar pero igual tendré que pagar mayo y junio”.

A esto, Baptiste, De Arruabarrena y todos los propietarios de locales comerciales suman los gastos adicionales de limpiezas profundas, mascarillas, guantes y gel desinfectantes que tienen que tener, acorde a las medidas sanitarias establecidas por la municipalidad.

Ayudas

Algunos de ellos pensaron en solicitar ayuda monetaria al ayuntamiento pero decidieron esperar, ante las dudas de que, tan poco dinero disponible, no alcanzaría para todos.

Hace apenas una semana el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbanístico del país, Ben Carson, visitó Miami para informar acerca del plan de subvenciones Care Act, adoptado por el Congreso, que provee asistencia monetaria para aliviar la carga económica por el coronavirus a negocios y residentes.

Ante la pregunta a Carson si estaría dispuesto a proporcionar más fondos para este tipo de ayuda, el secretario de Viviendas y Desarrollo Urbanístico no dijo ni que sí ni que no, pero aseguró que había dado instrucciones a su oficina para que utilizara el dinero de tal manera que dure más allá de la pandemia.

Son 3.2 millones de dólares que el alcalde Francis Suárez agradece, pero dice “si hay más, bienvenido sea”.

Por antilope

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