Lun. Mar 18th, 2024

Los debates sobre cuándo y dónde usar las mascarillas, si es que se usan, han dividido opiniones a lo largo de la pandemia del coronavirus y su uso ha mostrado el enfoque fracturado de Europa ante la crisis.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cambió su recomendación el mes pasado, diciendo que las mascarillas o los recubrimientos faciales de tela casera deben usarse en público cuando el distanciamiento social no sea posible para reducir la propagación del coronavirus.

Anteriormente argumentaba que no había suficiente evidencia científica para respaldar su uso por parte de personas sanas.

Las políticas sobre el uso de mascarillas en todo el continente han sido tan variadas como los enfoques de los diferentes Gobiernos sobre el distanciamiento social, el confinamiento y otras medidas preventivas.

Desde la República Checa, Eslovaquia y Bosnia y Herzegovina que introdujeron la obligatoriedad de cubrirse la cara desde el principio, hasta Reino Unido cuyo gobierno inicialmente instó al público a no usar mascarillas para asegurar un suministro suficiente para los trabajadores de la salud.

Las actitudes de los ciudadanos en cuanto a la elección de llevar una mascarilla también han evolucionado de forma diferente en toda Europa a medida que la pandemia ha ido avanzando.SPONSORED CONTENTWhat is a ‘liveable street’ and does it mean giving up our cars for good?Now could be the perfect time for a sustainable transport revolution.Ad by euronews 

Aquí echamos un vistazo paneuropeo a las diferentes regulaciones europeas sobre el uso de mascarilla.

El cambio de actitudes muestra la división norte-sur

Los datos sobre las actitudes generales de la gente de los países europeos respecto al uso de mascarillas mostraron una clara división norte-sur.

El YouGov y el Instituto de Innovación en Salud Global (IGHI) del Imperial College de Londres está recopilando datos sobre el comportamiento y las actitudes hacia el COVID-19 de 29 países, entrevistando a unas 21.000 personas cada semana.

Los países nórdicos, entre ellos Finlandia, Suecia y Dinamarca, dijeron que era poco probable que llevaran mascarillas cuando salieran en público y que sus opiniones no cambiaban en gran medida, según los resultados de la encuesta.

Mientras que algunos en Europa Occidental -incluyendo los habitantes de Francia, Alemania, España e Italia- eran menos propensos a usar mascarillas en público al comienzo de la pandemia, los informes sobre el uso de mascarillas se dispararon a mediados de mayo cuando se introdujeron los confinamientos.

En algunos casos, como el de Italia y España, el número de personas que dijeron llevar las mascarillas en público se elevó a más del 80% la semana pasada, a diferencia de los países nórdicos, donde las últimas respuestas a la encuesta muestran tasas inferiores al 10%.

Reino Unido es un caso atípico en cuanto a las respuestas de sus habitantes, con un aumento gradual del uso de las mascarillas, desde cerca del 0% cuando la pandemia surgió por primera vez en Europa, hasta poco menos del 40% la semana pasada – nunca ha visto un aumento en el uso de mascarillas como los países del continente.

La reacción de los Gobiernos y la opinión pública

República Checa y Eslovaquia fueron los primeros países europeos en hacer obligatorio el uso de mascarillas en los supermercados, las farmacias y los transportes públicos, el 18 y el 25 de marzo, respectivamente.

Bosnia reaccionó poco después, el 29 de marzo, obligando a sus ciudadanos a llevar una mascarillas o un paño que les cubriera la boca y la nariz al caminar por la calle o fuera de sus casas.

Desde entonces, otras autoridades de todo el continente han introducido normas con diversos grados de severidad.

En el extremo más severo de la escala, el canciller Sebastián Kurz pidió al pueblo de Austria que hiciera un «gran ajuste» cuando dijo que el uso de mascarillas era obligatorio en todos los espacios públicos, relajando más tarde las normas.

En Polonia se establecieron normas similares, que obligaban a las personas a cubrirse la nariz y la boca en público, pero se suavizaron a finales de mayo diciendo que las mascarillas no eran necesarias en los espacios exteriores donde se mantenía una distancia social de dos metros.

Las mascarillas son obligatorias en el transporte público en Francia, pero el Gobierno dijo el domingo que estaba estudiando la posibilidad de imponer cubiertas faciales en espacios interiores después de que un grupo de 14 médicos pidiera que se reforzara el uso de las mascarillas y el distanciamiento físico, alegando que los ciudadanos se estaban volviendo demasiado indiferentes.

A pesar de que las normas actuales en Francia son algunas de las menos draconianas, la medida no ha estado exenta de incidentes: miles de personas participaron en una marcha silenciosa durante el fin de semana en la ciudad suroccidental de Bayona, donde un conductor de autobús murió a causa de las heridas sufridas en un ataque de pasajeros que, según se informó, se negaron a llevar mascarillas.

Las mascarillas también son obligatorias en el transporte público de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte y cubrirse el rostro será obligatorio en los supermercados ingleses a partir del 24 de julio, con lo que se alineará con Escocia.

Reino Unido ha visto un enfoque fragmentado entre sus cuatro naciones en cuanto a las medidas del COVID, específicamente la flexibilización de los confinamientos, y la postura de cada nación respecto a las mascarillas no ha sido diferente.

En España, la cuestión del uso de mascarillas es divisiva y sensible dado lo estricto que fue el país con el confinamiento y el reciente aumento de nuevos casos.

Tal vez un indicador de la tensión pública sobre el tema fue la cancelación del concierto del exconcursante de un reality show de televisión y cantante Omar Monte en Fuengirola cuando se informó que no había usado una mascarilla en un evento benéfico anterior.

Las autoridades han hecho obligatorio el uso de mascarillas para todas las personas mayores de seis años en los espacios públicos interiores, y en los exteriores cuando es imposible mantener una separación de más de dos metros.

Cataluña y más recientemente Aragón, La Rioja, Extremadura, Navarra, y Murcia, incluyendo las islas Baleares, se movilizaronl para introducir el uso obligatorio de mascarillas, sin importar la distancia entre las personas.

Al igual que otros asuntos de prevención del coronavirus, la introducción de medidas para cubrir la cara ha variado drásticamente de un Gobierno europeo a otro, así como el rigor del público en el cumplimiento de las normas.

Las mascarillas han dividido tanto la legislación como la opinión en Europa.

Por antilope

Deja una respuesta