El designado presidente cubano reaccionó a las nuevas medidas y calificó la política adoptada por EEUU como “cruel y criminal”
Ante las nuevas sanciones adoptadas por Estados Unidos contra el gobierno de Cuba, el designado presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, aseguró que su gabinete “no renunciará nunca a la soberanía” e indicó que derrotará estas políticas, que calificó de crueles y criminales
“Tal como denunciamos ante la AGNU (Asamblea General de Naciones Unidas), el imperio anuncia nuevas medidas que violan los derechos de los cubanos y también de los norteamericanos. Su cruel, y criminal política será derrotada por nuestro pueblo, que no renunciará nunca a su soberanía”, indicó Díaz-Canel en su cuenta de Twitter.
La respuesta del mandatario llegó luego de que el 23 de septiembre el presidente estadounidense Donald Trump anunciara que su administración les prohibirá a los ciudadanos de EEUU hospedarse en hoteles de Cuba, los cuales todos pertenecen al Estado.
Las nuevas medidas prohíben también la compra de tabaco y de alcohol elaborado en la más grande de las Antillas para luego llevarlas al territorio americano.
La lista de hoteles en los que los ciudadanos estadounidenses no se pueden hospedar fue creada por el Departamento de Estado y por ley, ninguna compañía de viajes que esté sujeta a la jurisdicción de EEUU podrá realizar trámites con dichos establecimientos.
Las medidas de Trump también eliminaron una política de autorización general para organizar o participar en conferencias, exhibiciones, eventos deportivos y seminarios. Con esto, las compañías, residentes o ciudadanos sujetos a las leyes de EEUU deberán solicitar una licencia o autorización específica para dichas actividades
La decisión del presidente estadounidense forma parte de la campaña que ha realizado en contra del régimen castrista para ejercer presión con la esperanza de provocar un cambio político que permita un espacio para la democracia y la libertad en la isla comunista.
Sin embargo, las sanciones impuestas por EEUU son utilizadas por el Gobierno castrista para generar una imagen de desventaja y “victimizarse” ante el ojo público.