El Partido Comunista Chino (PCCh) celebra abiertamente la ocupación de la Casa Blanca por parte de Joe Biden y exclama “adiós” al presidente Donald Trump a través de Twitter. Manifestando de este modo la alegría por el fin de un mandato presidencial que verdaderamente logró poner frenos a sus políticas avasallantes y dictatoriales. 

Uno de los principales medios de propaganda controlado por el PCCh, la Agencia de Noticias Xinhua, tuiteó una foto de la Casa Blanca con la leyenda: “¡Buen viaje, Donald Trump!”.

La publicación de Xinhua en Twitter que celebra la partida de Trump, estuvo publicada por algunas horas y luego fue eliminada por el propio usuario, incluía también un enlace a un artículo anti-Trump y pro-comunista publicado la semana pasada en Xinhua. 

El artículo, cargado de mentiras infundadas, declara que Trump  y quienes comparten su oposición al Partido Comunista, son “débiles por dentro”.

El PCCh refleja su ira contra la administración Trump por haber sido la primera presidencia que realmente se impuso ante el avance arrollador del comunismo en todos los aspectos de la sociedad estadounidense, desde la economía, hasta la religión y la cultura. 

Como presidente, Trump no dudó en condenar y accionar contra los intentos colonizadores y el atentado constante a los derechos humanos por parte del Partido Comunista, tanto en su avance silencioso en países empobrecidos de América Latina y África, como su promoción del autoritarismo en escenarios internacionales como las Naciones Unidas, el punto neurálgico de su política exterior. 

La administración Trump también condenó la política interna represiva y dictatorial del PCCh, la persecución a grupos espirituales como Falun Gong, y el genocidio a los uigures en la zona de Xinjiang. En este sentido, Trump sancionó a decenas de autoridades chinas y aplicó innumerables restricciones y aranceles a productos y firmas relacionadas con el PCCh y su sistema militar y de inteligencia.

Las políticas de Trump también han limitado la actividad deshonesta de aliados al régimen comunista chino como Irán, Venezuela, Corea del Norte y Cuba. 

Por el contrario, como candidato, el actual presidente Joe Biden sugirió que sería menos agresivo en la lucha contra la influencia del Partido Comunista, optando por eliminar las políticas de sanciones y aranceles, para dar paso a una supuesta “reciprocidad comercial”, como si fuese una tarea fácil lidiar contra el régimen dictatorial más grande del mundo.

Según las palabras de Biden, su estrategia para enfrentar a China es “actuar en bloque junto con los aliados estadounidenses”. Lo cual resulta una obviedad y cabe preguntarse ¿qué pasa cuando los aliados no están dispuestos a enfrentar al régimen chino, debido a sus negocios particulares o la razón que fuere? 

En esos casos el expresidente Trump no dudó en actuar de todos modos, asumiendo la grandeza que representan los Estados Unidos. Ejemplos de este accionar se pudieron notar cuando Trump decidió retirarse del acuerdo de París, justamente tras denunciar que con el pacto se estaba perjudicando los intereses nacionales al mismo tiempo que se beneficiaba al régimen comunista. 

Caso similar fue el del Pacto Nuclear firmado por Obama en 2015, que fue cancelado por el presidente Trump en 2018 por entender que se estaban haciendo fuertes concesiones al régimen iraní, poniendo en peligro la seguridad nacional y mundial.

La recién asumida administración demócrata no informó aún una política clara respecto a cómo continuará con los conflictos abiertos con el régimen comunista chino y qué estrategias implementará al respecto. 

Pero debido a las conexiones conocidas entre el régimen y Joe Biden, sumado a la agenda globalista en común que manejan, se espera que haya un acercamiento hacia el régimen, en detrimento de las libertades, del desarrollo local y de la cultura occidental como producto del avance comunista en cada ámbito de la sociedad. 

Por antilope

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