El dictador cubano Miguel Díaz-Canel habló con los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular sobre el tema de la situación energética que presenta el país. Ante la incapacidad del régimen de erradicar los apagones, el mandatario designado le pidió al pueblo mucha “comprensión”.
Durante su intervención, primero se refugió en la excusa de siempre, una que ya no funciona con el pueblo cubano: el bloqueo. “Nos ha impedido financiamiento, nos ha impedido obtener piezas de repuesto y, por lo tanto, todos los mantenimientos y todas las reparaciones se han ido de cronograma”, dijo.
Como los apagones no tendrán una solución a corto plazo, le solicita “comprensión” a una población sumida en la miseria. “Porque aquí nadie pone los apagones para molestar a nadie”, declaró
Al mismo tiempo, aseguró que “se está trabajando a brazo partido, con pocos recursos y con todo el talento que puedan tener nuestros trabajadores, nuestros ingenieros, nuestros técnicos. Es muy tenso manejar una situación como esta, porque casi no hay reserva”.
Asimismo, el presidente conocido como “puesto a dedo” –porque no fue elegido democráticamente– expresó que es “lógico el malestar e insatisfacción que existe en la población”, pero que “los principales dirigentes del Partido, el Gobierno, de las organizaciones de masas, están en estrecha relación con la población, tratando de alentar a la gente, dispuestos a explicar, a argumentar, a ayudar y apoyar”.
Como si no fuera poco, Díaz-Canel repite que “el plan de nosotros tiene que ser de comprensión, de solidaridad, como siempre, de resistencia”.
Otro de los puntos que abordó fue el de las manifestaciones que han ocurrido por la cantidad de horas sin electricidad que pasan los cubanos.
“Hay algunas personas que, para expresar su malestar y su incomprensión, acuden al toque de cazuelas, vociferan expresiones en contra de los dirigentes, algunos aprovechan la ocasión para decir alguna consigna contra la revolución”, reconoció el también primer secretario del Partido Comunista.
En un país donde está criminalizada la protesta, los habitantes de varias provincias como Pinar del Río, Matanzas y Villa Clara han aprovechado la oscuridad para lanzarse a la calle y exigir electricidad y libertad.
Pero esto a Díaz-Canel le molesta. “Cuando actuamos así no ayudamos, lo que hacemos es molestarnos los unos a los otros y actuamos en consonancia con el plan del enemigo, no con el plan de nosotros, que tiene que ser de comprensión, solidaridad y resistencia”, indicó.